Fe en Dios

¿Cuáles son los objetivos de la Iglesia de Dios Todopoderoso?


La Iglesia de Dios Todopoderoso riega y pastorea a sus creyentes en completa conformidad con las palabras de Dios en la Biblia y “La Palabra manifestada en carne” expresada por Dios Todopoderoso, para que bajo la guía, provisión, riego y pastoreo de las palabras de Dios Todopoderoso, todo creyente pueda entender todas las verdades que hay en las palabras de Dios, poseer la perspectiva correcta sobre la vida y los valores, tener los objetivos correctos que perseguir, seguir el camino de Dios, aferrarse a las comisiones de Dios, glorificar a Dios siendo la luz del mundo y la sal de la tierra, ser alabado por Dios y calificarse para heredar las promesas de Dios.

La iglesia tiene el objetivo de establecer una iglesia que sea acorde con el corazón de Dios para que los creyentes puedan servirse y proveerse mutuamente en las palabras de Dios y en el amor de Dios, obedecer y adorar a Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, y convertirse en verdaderos testimonios para Dios y en una manifestación de la gloria de Dios.

La iglesia tiene el objetivo de difundir y testificar el evangelio del reino de Dios Todopoderoso, permitiendo que la gente vea que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado de los últimos días y que Él ha emprendido la obra de “juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17) profetizada en la Biblia, la cual es precisamente la obra de Dios de purificar y salvar completamente al hombre en los últimos días. Sólo aceptando todas las verdades expresadas por Dios Todopoderoso puede el hombre liberarse de su carácter satánico, liberarse de la esclavitud del pecado, ser purificado, llegar a conocer a Dios, obedecer a Dios, adorar a Dios, vivir una vida significativa, sobrevivir a los grandes desastres de los últimos días y entrar en el reino de Dios; éste es el único hermoso destino de la humanidad. Difundir y testificar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, trayendo con ello ante Dios a todos los que reconozcan la existencia de Dios y amen la verdad, para que puedan aceptar y alcanzar la salvación de Dios de los últimos días. Ésta es la comisión de Dios para Su pueblo elegido, y los objetivos de la Iglesia de Dios Todopoderoso.

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

¿Cuál es la diferencia entre el cristianismo y la Iglesia de Dios Todopoderoso?

Cuál es la diferencia entre el cristianismo y la Iglesia de Dios Todopoderoso 

El cristianismo y la Iglesia de Dios Todopoderoso creen en el mismo Dios. Las personas que entienden la historia de la religión saben que el judaísmo en Israel nació de la obra que Jehová Dios realizó en la Era de la Ley. El cristianismo, el catolicismo y la ortodoxia oriental fueron todas iglesias que surgieron después de que el Señor Jesús encarnado llevara a cabo la obra de redención. La Iglesia de Dios Todopoderoso surgió cuando Dios se hizo carne durante los últimos días para llevar a cabo la obra de juicio. Los cristianos en la Era de la Gracia leían el Antiguo y el Nuevo Testamento de la Biblia y, ahora, los cristianos de la Iglesia de Dios Todopoderoso en la Era del Reino leen “La Palabra manifestada en carne”, la cual fue personalmente anunciada por Dios en los últimos días. El cristianismo se atiene a la obra de redención que el Señor Jesús hizo en la Era de la Gracia y la Iglesia de Dios Todopoderoso acepta la obra de juicio de los últimos días del Señor Jesús retornado, Dios Todopoderoso. La diferencia entre el cristianismo y la Iglesia de Dios Todopoderoso es que el cristianismo se atiene a la obra que Dios realizó durante la Era de la Ley y la Era de la Gracia, mientras que la Iglesia de Dios Todopoderoso se atiene a la obra de juicio, comenzando por la casa de Dios, que Dios ha llevado a cabo durante los últimos días. Las diferencias entre el cristianismo y la Iglesia de Dios Todopoderoso son similares a las diferencias entre el cristianismo y el judaísmo: durante la Era de la Gracia, el Señor Jesús llevó a cabo la obra de redención de la humanidad sobre la base de la obra de la Era de la Ley del Antiguo Testamento. Pero los principales sacerdotes, escribas y fariseos del judaísmo no reconocieron que el Señor Jesús era la encarnación de Jehová, que Él era el Mesías que esperaban. Se aferraron obstinadamente a las leyes y mandamientos del Antiguo Testamento proclamados por Jehová Dios. También crucificaron al misericordioso Señor Jesús que había salvado a la humanidad, ofendiendo así el carácter de Dios. Entonces Dios descartó todo el judaísmo, el cual se aferraba a las leyes del Antiguo Testamento, y dirigió Su salvación hacia los gentiles, quienes después de aceptar y seguir al Señor Jesús, formaron las iglesias del Nuevo Testamento, que también fueron llamadas cristianismo. Mientras tanto, los judíos, quienes se aferraron sólo a la obra de Jehová Dios de la Era de la Ley del Antiguo Testamento y rechazaron la obra de redención del Señor Jesús, formaron lo que se llama judaísmo. De esto se puede ver que el cristianismo y la Iglesia de Dios Todopoderoso creen en el mismo Dios, el Señor que creó los cielos y la tierra y todas las cosas. Lo que pasa es que el nombre y la obra de Dios a la que las personas se aferran son diferentes: la Iglesia de Dios Todopoderoso se atiene al nuevo nombre de Dios durante la Era del Reino y acepta la nueva obra llevada a cabo por Dios durante los últimos días, mientras que el cristianismo se atiene al nombre de Dios durante la Era de la Gracia y acepta la vieja obra que Dios realizó durante las eras anteriores. Ésta es la diferencia más importante entre el cristianismo y la Iglesia de Dios Todopoderoso. Sin embargo, el Dios en el que ambos creen es el mismo: el único Dios verdadero que creó los cielos y la tierra y todas las cosas. ¡Esto es un hecho que nadie puede distorsionar ni negar!

Muchas personas que creen en el cristianismo creen que sólo necesitan aceptar la obra de redención del Señor Jesús para entrar en el reino de los cielos y que no necesitan aceptar también la obra de juicio de Dios Todopoderoso de los últimos días. Tales concepciones están completamente equivocadas. Durante la Era de la Gracia, el Señor Jesús realizó la obra de redención. Las personas fueron salvadas por su fe y ya no estaban condenadas por la ley ni eran ejecutadas por sus transgresiones. Sin embargo, el Señor Jesús sólo perdonó los pecados del hombre, pero no perdonó ni resolvió su naturaleza pecaminosa. Los caracteres satánicos dentro de las personas, la arrogancia y vanidad, el egoísmo y la avaricia, la deshonestidad y el engaño, y la rebeldía y la oposición contra Dios, aún existían. Las personas aún debían ser completamente purificadas, salvadas y ganadas por Dios. Por tal motivo, el Señor Jesús dijo muchas veces que debía regresar. En muchos lugares de la Biblia se profetiza que Dios regresará y llevará a cabo el juicio, y llevará a los santos al reino de los cielos. El Dios Todopoderoso encarnado de los últimos días ha expresado todas las verdades para la purificación y salvación de la humanidad y ha llevado a cabo la nueva obra de juicio, comenzando por la casa de Dios, con base en la obra de redención del Señor Jesús. Esto es con el objeto de resolver la naturaleza pecaminosa de la humanidad y permitir a la humanidad liberarse por completo de la esclavitud y las restricciones del pecado, para que la humanidad viva a semejanza del hombre real y sea ganada por Dios, y para que entre en el hermoso destino preparado para ella por Dios. Se puede decir que la obra de redención llevada a cabo por el Señor Jesús es el fundamento de la obra de salvación de Dios de los últimos días, mientras que la obra de juicio de los últimos días es el centro y el foco de la obra de salvación de Dios. Ésta es la etapa más crucial e importante de la obra para la salvación de la humanidad. Sólo aquellos que acepten la obra de juicio de los últimos días de Dios Todopoderoso tendrán la oportunidad de ser salvados, entrar en el reino de los cielos y convertirse en los que son arrebatados ante Dios. Hoy en día, algunas personas en las diversas sectas y denominaciones del mundo religioso han visto que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado durante los últimos días y, por ello, han aceptado a Dios Todopoderoso y han comenzado a seguirlo. Algunos incrédulos también han aceptado a Dios Todopoderoso debido a las verdades expresadas por Él. Estas personas que creen en Dios Todopoderoso forman la Iglesia de Dios Todopoderoso. Bajo la guía y el pastoreo de Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, los cristianos de la Iglesia de Dios Todopoderoso, por medio de experimentar y poner en práctica las palabras de Dios Todopoderoso, gradualmente han llegado a entender muchas verdades y han visto claramente la fuente y esencia de la corrupción de la humanidad. Bajo el juicio y castigo de las palabras de Dios, las personas realmente en efecto han probado el carácter justo de Dios, el cual no admite ofensa. Debido a que conocen a Dios, poco a poco han llegado a temerle, a evitar el mal y a vivir de acuerdo con las palabras de Dios. Con su entendimiento de la verdad, el conocimiento de las personas sobre Dios se ha profundizado gradualmente, su obediencia a Dios se ha hecho cada vez mayor y han puesto en práctica cada vez más verdades. Sin darse cuenta, estas personas se habrán liberado completamente del pecado y habrán alcanzado la santidad. Los cristianos que no aceptan la nueva obra de Dios Todopoderoso, mientras tanto, continúan creyendo en el cristianismo. Se aferran al nombre del Señor Jesús, se atienen a las enseñanzas de la Biblia y desde hace mucho tiempo han sido arrojados a las tinieblas por Dios, y han perdido Su cuidado y protección. Éste es un hecho reconocido. Si las personas insisten en no arrepentirse y en condenar y oponerse ciegamente al Señor Jesús retornado durante los últimos días, Dios Todopoderoso, y si se niegan a aceptar la obra de juicio de Dios Todopoderoso de los últimos días, entonces al final todas serán eliminadas por la obra de Dios.

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Las creencias básicas de la Iglesia de Dios Todopoderoso


(1) Los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso

Los principios del cristianismo tienen su origen en la Biblia y los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso tienen su origen en todas las verdades que Dios ha expresado desde los tiempos de la creación durante la obra de la Era de la Ley, la Era de la Gracia y la Era del Reino. Es decir, el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y la Biblia de la Era del Reino, “La Palabra manifestada en carne”, expresada por el Señor Jesús retornado de los últimos días, Dios Todopoderoso, son las creencias básicas y los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso. El Antiguo Testamento registra la obra de Jehová Dios de decretar leyes y mandamientos y guiar la vida del hombre durante la Era de la Ley; el Nuevo Testamento registra la obra de redención llevada a cabo por el Señor Jesús durante la Era de la Gracia, y “La Palabra manifestada en carne” recoge todas las verdades para la purificación y salvación de la humanidad expresadas por Dios Todopoderoso durante la Era del Reino, así como un relato de la obra de juicio de Dios durante los últimos días. La verdadera Biblia es la totalidad de las declaraciones de Dios durante las tres etapas de la obra, y las creencias fundamentales de la Iglesia de Dios Todopoderoso son todas las declaraciones de Dios durante las tres etapas de la obra; es decir, todas las verdades expresadas por Dios durante estas tres etapas de la obra. Las tres Sagradas Escrituras son las creencias básicas y los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso.

El cristianismo nació de la obra del Señor Jesús en la Era de la Gracia, pero el Señor Jesucristo en quien éste cree sólo realizó la obra de redención en la Era de la Gracia. Debido a que el Señor Jesús encarnado fue crucificado y sirvió como ofrenda por el pecado del hombre, librándolo de las manos de Satanás y liberándolo de la condenación y de la imprecación de la ley, ientras el hombre venga ante Dios y se confiese y arrepienta, sus pecados serán perdonados y disfrutarán de la gracia y las bendiciones generosas otorgadas por Dios. Ésta fue la obra de redención llevada a cabo por el Señor Jesús. Aunque los pecados del hombre fueron perdonados por la redención del Señor Jesús, su naturaleza pecaminosa no fue suprimida; continuaba atado y controlado por ella y no podía evitar dejar de cometer pecados ni de resistirse a Dios debido a su arrogancia y vanidad, a sus esfuerzos por conseguir fama y ganancias, a sus celos y disputas, a sus mentiras y engaños a las personas, a su seguimiento de las tendencias malvadas del mundo y demás. El hombre no se había liberado de la esclavitud del pecado ni se había vuelto santo, así que el Señor Jesús profetizó muchas veces que volvería para realizar la obra de juicio de los últimos días, y dijo: “He aquí, yo vengo pronto” (Apocalipsis 22:12). “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48 ). También está escrito en la Primera Epístola de Pedro que “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, es el Señor Jesús retornado. Él ha expresado todas las verdades para la purificación y salvación del hombre, ha llevado a cabo la obra de juicio, comenzando por la casa de Dios, y ha cumplido plenamente las profecías de la Biblia. “La Palabra manifestada en carne” expresada por Dios Todopoderoso es “lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7), profetizada en el Libro del Apocalipsis y es un relato de la obra de juicio de Dios en los últimos días. La obra de juicio realizada por Dios Todopoderoso es la etapa final de la obra de salvación de Dios para la humanidad y es también su etapa más fundamental y crucial. Si el hombre desea ser salvado por Dios y entrar en el reino de los cielos, debe aceptar la obra de juicio de Dios y en esto se han cumplido las palabras del Señor Jesús: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Sólo si el hombre acepta y experimenta el juicio y el castigo de las palabras de Dios podrá conocer la santidad y la justicia de Dios, conocer la esencia y naturaleza de la corrupción del hombre por Satanás y su verdadera realidad, arrepentirse realmente ante Dios, liberarse de todo pecado, alcanzar la santidad, convertirse en una persona que obedece y adora a Dios y podrá ser ganado por Dios. Sólo entonces estará calificado para heredar las promesas y bendiciones de Dios y alcanzar el hermoso destino.

Los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso se originan de todas las verdades expresadas por Dios en las tres etapas de Su obra, lo que significa que se originan de las palabras de Dios registradas en la Biblia y de “La Palabra manifestada en carne”. Dios comenzó la obra de salvar a la humanidad después de Su creación del mundo, y Su plan de gestión para la salvación del hombre no se completará hasta que termine la obra de juicio, comenzando por la casa de Dios, durante los últimos días. De las palabras y de todas las verdades que Dios ha expresado en las tres etapas de Su obra, somos completamente capaces de ver que, ya sea debido a la obra de Dios llevada a cabo usando al hombre al comienzo durante la Era de la Ley, o ya sea debido a Su obra durante las dos veces que se encarnó en la Era de la Gracia y la Era del Reino, todas son las declaraciones y la expresión de la verdad de un mismo Espíritu; en esencia, es un solo Dios que habla y obra. Por lo tanto, los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso se originan de la Biblia y de “La Palabra manifestada en carne”.


“La Palabra manifestada en carne” son las declaraciones personales de Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, y son todas las verdades que Dios ha expresado para purificar y salvar al hombre durante Su obra de juicio de los últimos días. Estas verdades son la expresión directa del Espíritu Santo, la revelación de la vida y esencia de Dios y la expresión del carácter de Dios y de lo que Él tiene y es. Éstas son el único camino por medio del cual el hombre puede conocer a Dios y ser purificado y salvado. Las palabras expresadas por Dios Todopoderoso son el principio supremo de las acciones y la conducta del hombre, y no hay mayores aforismos para la vida del hombre.

Los cristianos de la Iglesia de Dios Todopoderoso leen las palabras de Dios en “La Palabra manifestada en carne” todos los días, así como los cristianos del cristianismo leen la Biblia. Todos los cristianos toman las palabras de Dios como guía para su vida y como el más alto de todos los aforismos de la vida. En la Era de la Gracia, todos los cristianos leían la Biblia y escuchaban las predicaciones de la Biblia. Los cambios ocurrieron gradualmente en el comportamiento de la gente y ésta cometía cada vez menos pecados. De la misma manera, a través de la lectura de las palabras de Dios Todopoderoso y de la comunicación de las palabras de Dios, los cristianos de la Iglesia de Dios Todopoderoso gradualmente entienden la verdad y se liberan de la esclavitud del pecado; dejan de cometer pecados y de resistirse a Dios y se vuelven compatibles con Él. Los hechos demuestran que sólo leyendo las palabras de Dios es que el hombre puede ser purificado y transformado y vivir a la imagen de un hombre real. Estos son hechos que nadie puede negar. Las palabras de Dios registradas en la Biblia fueron expresadas porque Dios obró en la Era de la Ley y la Era de la Gracia, mientras que “La Palabra manifestada en carne” son las palabras expresadas por Dios en la obra de los últimos días. La fuente de ambas proviene del Espíritu Santo. Las palabras y la obra de Dios Todopoderoso han cumplido totalmente las profecías de la Biblia, y Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado, tal como el Señor Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). De igual modo, también ha sido profetizado en el Libro del Apocalipsis que: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7 ). “Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. … mira, el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos” (Apocalipsis 5:1, 5).

Hoy, todos hemos visto un hecho: todas las palabras expresadas por Dios Todopoderoso son la verdad y tienen autoridad y poder; son la voz de Dios. Nadie puede negar o cambiar esto. “La Palabra manifestada en carne” está disponible gratuitamente en Internet para que personas de todos los países y territorios busquen e investiguen. Nadie se atreve a negar que ellas son las palabras de Dios o que son la verdad. Las palabras de Dios están impulsando a toda la humanidad hacia adelante, la gente ha comenzado a despertar gradualmente en medio de las palabras de Dios y, poco a poco, progresa hacia la aceptación de la verdad y el conocimiento de la verdad. La Era del Reino es la era en la que las palabras de Dios Todopoderoso gobiernan en la tierra. Todas y cada una de las palabras de Dios serán cumplidas y completadas. Así como todos los creyentes en Dios reconocen la Biblia hoy en día, las personas que creen en Dios reconocerán en un futuro cercano que “La Palabra manifestada en carne” son las declaraciones de Dios en los últimos días. Hoy, “La Palabra manifestada en carne” es la base de las creencias de la Iglesia de Dios Todopoderoso y seguramente se convertirá en los cimientos de la existencia para toda la humanidad en la próxima era.

(3) Acerca de los nombres de Dios y de las tres etapas de la obra de Dios

Después de su corrupción por Satanás, el hombre vive bajo el dominio de Satanás y su corrupción se ha profundizado cada vez más. El hombre no puede salvarse a sí mismo y necesita la salvación de Dios. De acuerdo con las necesidades de la humanidad corrupta, Dios ha realizado tres etapas de Su obra en la Era de la Ley, en la Era de la Gracia y en la Era del Reino. En la Era de la Ley, Dios llevó a cabo la obra de decretar leyes y mandamientos y de guiar la vida del hombre. En la Era de la Gracia, Dios se hizo carne y, sobre la base de Su obra realizada en la Era de la Ley, Él llevó a cabo la obra de la crucifixión y redimió al hombre del pecado. En la Era del Reino, Dios se ha hecho carne una vez más y, sobre la base de la obra de redención de la Era de la Gracia, lleva a cabo la obra de juicio, comenzando por la casa de Dios, expresa todas las verdades para la purificación y salvación del hombre y nos trae el único camino para la búsqueda de la purificación y la salvación. Sólo si obtenemos la realidad de la verdad como nuestra vida, convirtiéndonos en personas que obedecen y adoran a Dios, estaremos calificados para ser llevados al reino de Dios y recibir las promesas y bendiciones de Dios. Las tres etapas de la obra de Dios referidas a la salvación del hombre están estrechamente conectadas, cada etapa es indispensable, cada una va más arriba y más profunda que la anterior, todas son obra de un solo Dios y sólo las tres etapas de la obra de Dios conforman la obra completa de salvación de la humanidad.

Los tres nombres, Jehová, Jesús y Dios Todopoderoso, son los diferentes nombres que Dios ha adoptado en la Era de la Ley, la Era de la Gracia y la Era del Reino. Dios adopta nombres diferentes porque Su obra varía en las diversas eras. Dios usa un nuevo nombre para comenzar una nueva era y para representar la obra de esa era. El nombre de Dios era Jehová en la Era de la Ley y Jesús en la Era de la Gracia. Dios usa un nuevo nombre, Dios Todopoderoso, en la Era del Reino, cumpliendo las profecías en el Libro del Apocalipsis: “Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia. … Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:7, 12). “Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8). Aunque los nombres y la obra de Dios en las tres eras son diferentes, sólo hay un Dios en esencia y la fuente es la misma.

La obra de Dios de salvar al hombre incluye principalmente tres etapas de la obra. Él ha usado un nombre diferente en cada era, pero la esencia de Dios nunca cambia. Las tres etapas de la obra son realizadas por un solo Dios; por ende, Jehová, Jesús y Dios Todopoderoso son el mismo Dios. Jesús fue la aparición de Jehová y Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado, de manera que Dios Todopoderoso es el único Dios verdadero que creó los cielos y la tierra y todas las cosas, gobierna todas las cosas y tiene soberanía sobre todo, y Él es el eterno y único Creador.

En las tres etapas de la obra de salvar al hombre, Dios ha revelado todo Su carácter al hombre, permitiéndonos ver que el carácter de Dios no es sólo misericordia y amor, sino también justicia, majestad e ira, que Su esencia es santidad y justicia, verdad y amor, y que ningún ser creado o no creado posee el carácter de Dios, Su autoridad ni Su poder. Creemos que todas las palabras que Dios ha dicho desde los tiempos de la creación hasta el fin del mundo son la verdad. ¡El cielo y la tierra pasarán, pero las palabras de Dios nunca desaparecerán y se cumplirán todas y cada una de ellas!

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

¿Son Dios Todopoderoso y el Señor Jesús un solo Dios?


Cuando la humanidad fue corrompida por Satanás, Dios comenzó Su plan de gestión para la salvación de la humanidad. Dios ha llevado a cabo tres etapas de Su obra para la salvación de la humanidad. Durante la Era de la Ley, Jehová Dios promulgó las leyes y guio la vida de la humanidad, haciendo saber a las personas que debían adorar a Dios y haciéndoles saber lo que es el pecado. Pero con la llegada de las etapas finales de la Era de la Ley, la corrupción de la humanidad se hizo más profunda que nunca y las personas con frecuencia violaban las leyes y pecaban contra Jehová. Ellas se enfrentaron al riesgo de ser condenadas y ejecutadas por sus violaciones. Por lo tanto, en respuesta a las necesidades de la humanidad, durante la Era de la Gracia Dios asumió forma humana y se convirtió en el Señor Jesús. Fue clavado en la cruz por el bien de la humanidad y redimió al hombre del pecado, permitiendo a las personas presentarse ante Dios y orar a Dios, confesarse y arrepentirse, ser perdonadas por sus pecados y vivir bajo las riquezas de la gracia y las bendiciones de Dios. Pero como la naturaleza pecaminosa de las personas aún estaba por resolverse y éstas pecaban y se oponían a Dios con frecuencia, en la Era del Reino Dios se hizo carne una vez más y usó el nombre de Dios Todopoderoso para expresar todas las verdades para la salvación y purificación de la humanidad con base en la obra de redención del Señor Jesús, suprimiendo la naturaleza pecaminosa de la humanidad, haciendo que la humanidad cesara su desobediencia y su oposición a Dios, permitiendo que las personas realmente obedecieran y adoraran a Dios y, finalmente, guiando a la humanidad a un hermoso destino. A pesar de que las obras que Dios ha llevado a cabo en la Era de la Ley, la Era de la Gracia y la Era del Reino han sido diferentes y de que los nombres que Él ha adoptado y el carácter que ha mostrado en cada una han sido distintos, la esencia y los objetivos de Su obra son los mismos; todos son para salvar a la humanidad y toda la obra es realizada por Dios mismo. Como Dios Todopoderoso dijo: “Desde la obra de Jehová a la de Jesús, y desde la de Jesús a la de la era actual, las tres eras cubren la totalidad de la amplitud de la gestión de Dios, y todas ellas son la obra de un mismo Espíritu. Desde que creó el mundo, Dios siempre ha estado gestionado a la humanidad. Él es el principio y el fin, el primero y el último, y aquel que inicia una era y quien lleva la era a su fin. Las tres etapas de la obra, en diferentes eras y distintos lugares, han sido llevadas a cabo con seguridad por un solo Espíritu. Todos los que separan estas tres fases se oponen a Dios” (‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Durante miles de años, pocas personas han sabido en verdad que el Señor Jesucristo es Dios mismo, que Él es la aparición de Dios y que el Señor Jesús es la encarnación de Jehová. De hecho, la Biblia había profetizado esto claramente desde hace mucho tiempo. En el Libro de Isaías se dijo que “Pero quiso el Señor quebrantarle, sometiéndole a padecimiento. Cuando El se entregue a sí mismo como ofrenda de expiación” (Isaías 53:10). En este pasaje de la Biblia se puede ver que el hecho de que el Señor Jesús haya servido como ofrenda por el pecado significa que Jehová se ofreció a sí mismo como ofrenda por el pecado y que el Señor Jesús era Jehová. El Señor Jesús también dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9). “el Padre está en mí y yo en el Padre” (Juan 10:38). “Yo y el Padre somos uno” (Juan 10:30). Cuando el Señor Jesús dijo que “Yo y el Padre somos uno”, Él estaba diciendo que Él y Jehová son un solo Espíritu. Las palabras declaradas por el Señor Jesús y las declaradas por Jehová son las mismas; ambas son la verdad, son las declaraciones de un solo Espíritu y su fuente es la misma; es decir, el Señor Jesús y Jehová son un solo Dios. Del mismo modo, la fuente de las palabras expresadas por Dios Todopoderoso de los últimos días y por el Señor Jesús es la misma, son las declaraciones del Espíritu Santo, son la verdad y son la voz de Dios. Todas las personas que creen en el Señor saben que un mayor número de profecías en la Biblia hacen referencia al regreso del Señor y a la obra de juicio de Dios de los últimos días. Como dijo el Señor Jesús: “Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros” (Juan 14:3). “He aquí, yo vengo pronto” (Apocalipsis 22:12). “Y entonces verán al Hijo del Hombre que viene en una nube con poder y gran gloria” (Lucas 21:27). “He aquí, vengo como ladrón” (Apocalipsis 16:15). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). En la Primera Epístola de Pedro también se dijo que: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Se dijo muy claramente en estas escrituras que el Señor Jesús regresaría durante los últimos días y que expresaría palabras y realizaría la obra de juicio. Cuando Dios Todopoderoso llega durante los últimos días, Él lleva a cabo la obra de juicio, comenzando por la casa de Dios, con base en la obra de redención del Señor Jesús, y expresa todas las verdades para la purificación y salvación de la humanidad. Aunque la obra de Dios Todopoderoso y la del Señor Jesús son diferentes, su fuente es la misma: ¡el único Dios! Esto cumple completamente la profecía del Señor Jesús: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). El Dios Todopoderoso encarnado de los últimos días es la personificación del Espíritu de la verdad; Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús.

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

¿Por qué adopta Dios el nombre de Dios Todopoderoso en la Era del Reino?


Dado que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús en los últimos días, muchas personas no entienden por qué el Señor Jesús es llamado Dios Todopoderoso cuando Él viene a llevar a cabo la obra de juicio en los últimos días. ¿Por qué no se le sigue llamando el Señor Jesús? De hecho, Dios tiene un nuevo nombre cada vez que realiza una etapa de Su obra. Este nuevo nombre es adoptado por Dios mismo según convenga a la obra, no es un nombre por el que la gente lo llame según le plazca. El nombre que Dios adopta en cada etapa de Su obra se fundamenta en la Biblia. El nombre del Señor Jesús retornado de los últimos días fue profetizado hace mucho tiempo en la Biblia. Isaías dijo: “Y los gentiles verán Tu justicia y todos los reyes Tu gloria: y se te llamará por un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará” (Isaías 62:2). En el Libro del Apocalipsis también se dijo que “Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia. … Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:7, 12). “Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8). “Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, que decía: ¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina” (Apocalipsis 19:6). El nombre de Dios Todopoderoso de la Era del Reino es el cumplimiento completo de las profecías del Libro del Apocalipsis. El nombre que Dios adopta en cada era tiene un profundo significado y está íntimamente conectado con la obra de Dios durante esa era. Dios Todopoderoso reveló los misterios relacionados con esto cuando dijo: “En cada era, Dios hace nueva obra y se le llama por un nuevo nombre; ¿cómo podría hacer Él la misma obra en diferentes eras? ¿Cómo podría aferrarse a lo antiguo? El nombre de Jesús se adoptó para la obra de redención, ¿se le seguiría llamando por el mismo nombre cuando vuelva en los últimos días? ¿Seguiría haciendo Él la obra de redención? ¿Por qué son Jehová y Jesús uno, pero se les llama por nombres diferentes en eras diferentes? ¿No es, acaso, porque Su obra en estas eras es distinta? ¿Podría un solo nombre representar a Dios en Su totalidad? De esta forma, se debe llamar a Dios por un nombre diferente en una era diferente, Él debe usar el nombre para cambiar la era y representarla, porque ningún nombre puede representar totalmente a Dios mismo. Y cada nombre sólo puede representar el carácter de Dios durante una cierta era y sólo necesita representar Su obra. Por tanto, Dios puede escoger cualquier nombre que encaje con Su carácter para representar a toda la era. Independientemente de que sea la era de Jehová, o la de Jesús, cada era está representada por un nombre” (‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”).

“‘Jehová’ es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel, y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo, y guiar su vida. Significa el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría. ‘Jesús’ es Emanuel, y significa la ofrenda por el pecado que está lleno de amor, de compasión, y redime al hombre. Él realizó la obra de la Era de la Gracia, y representa la Era de la Gracia, y sólo puede representar una parte del plan de gestión. Es decir, sólo Jehová es el Dios del pueblo escogido de Israel, el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, de Moisés, y de todo el pueblo de Israel. Y así en la era presente, todos los israelitas excepto la tribu de Judá adoran a Jehová. Hacen sacrificios a Él en el altar, y le sirven llevando túnicas de sacerdotes en el templo. Lo que esperan es la reaparición de Jehová. Sólo Jesús es el Redentor de la humanidad. Él es la ofrenda por el pecado que redimió a ésta del mismo. Es decir, el nombre de Jesús vino de la Era de la Gracia, y existió por la obra de redención en la misma. El nombre de Jesús existió para permitir a las personas de dicha Era nacer de nuevo y ser salvos, y es un nombre particular para la redención de toda la humanidad. Y por tanto el nombre de Jesús representa la obra de la redención, y denota la Era de la Gracia. El nombre de Jehová es un nombre particular para el pueblo de Israel que vivía bajo la ley. En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de base, sino que tiene un significado representativo: cada nombre representa una era. ‘Jehová’ representa la Era de la Ley, y es el título honorífico para el Dios adorado por el pueblo de Israel. ‘Jesús’ representa la Era de la Gracia, y es el nombre del Dios de todos aquellos que fueron redimidos durante la Era de la Gracia. Si el hombre sigue anhelando la llegada de Jesús el Salvador durante los últimos días, y sigue esperando que llegue con la imagen que llevó en Judea, entonces todo el plan de gestión de seis mil años se detendría en la Era de la Redención, y sería incapaz de progresar más lejos. Los últimos días, además, nunca llegarían, y la era nunca acabaría. Esto se debe a que Jesús el Salvador es sólo para la redención y la salvación de la humanidad. Yo adopté el nombre de Jesús por causa de todos los pecadores en la Era de la Gracia, y no es el nombre por el cual llevaré a su fin a toda la humanidad. Aunque Jehová, Jesús, y el Mesías representan todos a Mi Espíritu, estos nombres sólo denotan las diferentes eras en Mi plan de gestión, y no representan mi totalidad. Los nombres por los que me llaman las personas en la tierra no pueden articular todo Mi carácter y todo lo que soy. Son simplemente nombres diferentes por los que soy llamado durante diferentes eras. Así pues, cuando la era final —la de los últimos días— llegue, Mi nombre cambiará de nuevo. No se me llamará Jehová, o Jesús, mucho menos el Mesías, sino el poderoso Todopoderoso Dios mismo, y bajo este nombre pondré fin a toda la era. Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador porque me amaban y respetaban. Pero hoy no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados; soy el Dios que ha vuelto en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que se levanta en los extremos de la tierra, repleto con todo Mi carácter, y lleno de autoridad, honor y gloria” (‘El Salvador ya ha regresado en una “nube blanca”’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Dios Todopoderoso dijo claramente que el nombre que Dios adopta en cada era tiene un significado representativo: cada uno representa la obra de Dios y el carácter que Él expresa durante esa era. Durante la Era de la Ley, Dios usó el nombre de Jehová para proclamar Sus leyes y mandamientos y guiar la vida de la humanidad en la tierra; durante la Era de la Gracia, Dios usó el nombre de Jesús para llevar a cabo la obra de la redención de la humanidad y, durante la Era del Reino, Dios es llamado Dios Todopoderoso; Él realiza la obra de juicio, comenzando por la casa de Dios, para purificar, cambiar y salvar al hombre. Dios cambia la era usando Su nombre y usa este nombre para representar la obra de la era en cuestión. Cuando Jehová Dios llevó a cabo la obra de la Era de la Ley, solamente orando al nombre de Jehová y obedeciendo Sus leyes y mandamientos es que las personas podían ser bendecidas y protegidas por Dios. Con la llegada de la Era de la Gracia, Dios usó el nombre de Jesús para llevar a cabo la obra de redención y las personas no tuvieron otra opción que aceptar al Señor Jesús como el Salvador y orar por el arrepentimiento en nombre del Señor, a fin de que se les perdonasen sus pecados y poder disfrutar de la verdad y de la gracia otorgadas por el Señor Jesús. Si las personas seguían aferradas al nombre de Jehová y se negaban a aceptar al Señor Jesús, entonces perdían el cuidado y la protección de Dios y caían en las tinieblas, siendo maldecidas y castigadas por Dios como los fariseos judíos. Con el advenimiento de los últimos días, Dios usa el nombre de Dios Todopoderoso para llevar a cabo la obra de juicio, comenzando por la casa de Dios. Sólo aceptando el nombre de Dios Todopoderoso, manteniéndose al tanto de los pasos de la obra de Dios y sometiéndose al juicio y castigo de Dios Todopoderoso, es que las personas pueden entender y alcanzar la verdad, librarse del pecado, ser purificadas y recibir la salvación de Dios. Todas las que se nieguen a aceptar el nombre de Dios Todopoderoso y rechacen Su obra de juicio de los últimos días serán incapaces de liberarse de la esclavitud del pecado y jamás serán aptas para entrar en el reino de los cielos.

Fuente:Iglesia de Dios Todopoderoso

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

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