Según han predicho los expertos, dos superlunas consecutivas aparecerán el 19 de febrero y el 21 de marzo de 2019, dos nuevos y fantásticos acontecimientos astronómicos después de la «superluna de sangre de lobo» que tuvo lugar el 21 de enero.
La información al respecto afirma que el término «superluna» se refiere a cuando la luna llena se desplaza al punto más cercano a la tierra, su perigeo, donde el diámetro de la luna es 14% más grande de lo normal y su brillo también aumenta en un 30%. Es la luna más grande y redonda que se puede ver a simple vista. Tres superlunas aparecerán este año de manera consecutiva, un suceso astronómico rara vez visto. En realidad, en los últimos años es constante la aparición de maravillosos acontecimientos como las lunas de sangre y las superlunas, por ejemplo las lunas de sangre de 2011 y 2013, la sucesión de cuatro lunas de sangre que aparecieron entre 2014 y 2015, la superluna de sangre azul de 2018, que también tuvo lugar hace 152 años, y la superluna de sangre de lobo que apareció el 21 de enero de 2019, que combinaba a la perfección las tres apariciones astronómicas de la superluna, la luna de sangre y la luna de lobo, y fue aclamada como una deslumbrante maravilla astronómica.
Muchos profetas han anunciado que la aparición de las lunas de sangre marca la llegada de eventos extraordinarios y destacados. Muchos expertos bíblicos también creen firmemente que la aparición de las lunas de sangre cumple con la profecía en el Libro de Joel 2:29-30: “Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días. Y haré prodigios en el cielo y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo”. Joel 2:31: “El sol será convertido en oscuridad y la luna en sangre, antes de que llegue el gran y terrible día de Jehová”.* Además, en Apocalipsis 6:12, dice: “Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como cilicio hecho de cerda, y toda la luna se volvió como sangre”. “El día […] grande y terrible” mencionado en la profecía en el Libro de Joel se refiere a los grandes desastres. Todos hemos visto que en los últimos años se han multiplicado los desastres a gran escala, con la frecuente aparición de terremotos, hambrunas, plagas e inundaciones que nos horroriza presenciar. La situación mundial es turbulenta y cambia constantemente. Con frecuencia estallan guerras, se suceden los incidentes violentos y siguen aumentando los atentados terroristas; la atmósfera del mundo se calienta cada vez más, y los climas extremos y todo tipo de maravillas astronómicas ocurren constantemente. Entonces, ¿cómo debemos ver los cristianos estos desastres? ¿Qué es lo que Dios quiere inspirar en nosotros por medio de estos desastres? ¿Qué obra realizará Dios antes de que lleguen los grandes desastres? Dice en el Libro de Joel 2:29-31: “Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días”. Según esta profecía, antes de que vengan los grandes desastres, el Espíritu de Dios expresará Sus palabras para regar a Sus siervos y siervas. Está profetizado en muchas partes de los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Y en Apocalipsis 7:14: “Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”. Y en Apocalipsis 14:4: “Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero”. Y en Apocalipsis 2:7 se afirma: “Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios”. A partir de estas profecías, podemos ver que Dios realizará una nueva etapa de Su obra en los últimos días, en la que expresará Sus palabras y formará un grupo de vencedores antes de los desastres. Estas personas serán las primicias, serán las que sirven a Dios y a las que al final Él llevará a su reino.
Las palabras de Dios han descubierto este misterio y nos han dicho qué obra realizará Dios antes de que lleguen los desastres. Leamos juntos algunos pasajes de palabras clásicas expresadas por Dios:
¡Abre tus ojos, mira y puedes ver Mi gran poder en todas partes! Puedes estar seguro de Mí en todas partes. El universo y la expansión están difundiendo Mi gran poder. Todas las palabras que Yo he hablado se han hecho realidad en el calentamiento del clima, el cambio climático, las anomalías de las personas, el desorden de la dinámica social y el engaño del corazón de las personas. El sol se blanquea y la luna enrojece; todo está es desorden. ¿Seguís sin verlo?
de ‘Capítulo 39’ de “Declaraciones de Cristo en el principio”
En todas las naciones y lugares del mundo, terremotos, hambrunas, plagas y toda clase de desastres ocurren con frecuencia. Conforme Yo lleve a cabo Mi gran obra en todas las naciones y lugares, estos desastres surgirán con más intensidad que en cualquier otro momento desde la creación del mundo. Este es el principio de Mi juicio de todos los pueblos.
de ‘Capítulo 92’ de “Declaraciones de Cristo en el principio”
Sin darnos cuenta de ello, la situación en cada país del mundo es cada vez más tensa, desmoronándose día a día y cayendo día a día en el caos. Todos los dirigentes de cada país tienen la esperanza de obtener poder al final. No lo esperan, pero Mi castigo ya está sobre ellos.
de ‘Capítulo 82’ de “Declaraciones de Cristo en el principio”
El día de hoy en varios países estoy haciendo la obra que me he propuesto lograr. Me estoy moviendo entre todos, haciendo toda Mi obra como la planeé, y toda la humanidad está separando las diversas naciones de acuerdo a Mi voluntad. Las personas en la tierra tienen fija su atención en su propio destino, ya que el día se acerca y los ángeles tocan sus trompetas. Ya no habrá más retrasos y toda la creación por consiguiente comenzará a danzar con júbilo. ¿Quién podría extender Mi día a su voluntad? ¿Podría ser un terrícola? ¿Podrían ser las estrellas en el cielo, o los ángeles? Cuando Yo hago una declaración y comienzo la salvación del pueblo de Israel, Mi día se acerca a toda la humanidad. Todos los hombres temen el regreso de Israel. Cuando regrese, será Mi día de gloria y el día en que todo cambie y se renueve. Siendo que un juicio justo estará enfrentando a todo el universo, todos estarán temerosos y asustadizos porque en el mundo humano la justicia es insólita. Cuando aparezca el Sol de justicia, el Este será iluminado, y después este iluminará a todo el universo alcanzando a todos. Si el hombre pudiera realmente hacer Mi justicia, ¿qué habría que temer? Todo Mi pueblo espera la llegada de Mi día, anticipando la venida de Mi día. Me esperan para que retribuya a toda la humanidad y fije su destino como el Sol de justicia. Mi reino se está formando sobre todo el universo y Mi trono se está apoderando de los corazones de trillones de personas. Con la ayuda de los ángeles, Mi gran logro pronto se llevará a un término exitoso. Todas las multitudes de Mis hijos y Mi pueblo esperan ansiosamente Mi regreso, anticipando Mi reunión con ellos, para nunca más volver a separarnos. ¿Cómo podría todo el pueblo de Mi reino no correr de un lado a otro celebrando los unos con los otros que Yo esté junto a ellos? ¿A quién se le ocurriría ahorrar costos en esta reunión? Soy honorable a los ojos de todos; soy proclamado en las bocas de todos. Cuando regrese, voy a conquistar a todas las fuerzas enemigas aún más. ¡El momento ha llegado! ¡Pondré Mi obra en marcha; reinaré supremo entre los hombres! ¡Voy a regresar! ¡Me voy a ir! Esto es lo que todos están anticipando, lo que están esperando. ¡Quiero dejar que todos vean la llegada de Mi día y que gozosamente le den la bienvenida al arribo de Mi día!
de ‘Capítulo 27’ de “Las palabras de Dios al universo entero”
Estoy llevando a cabo Mi obra por todo el universo y en el oriente se producen choques interminables como de truenos que sacuden a todas las naciones y denominaciones. Es Mi voz la que ha guiado a todos los hombres al presente. Haré que todos los hombres sean conquistados por Mi voz, que caigan en esta corriente y se sometan ante Mí, porque desde hace mucho tiempo he recuperado Mi gloria de toda la tierra y la he emitido nuevamente en el oriente. ¿Quién no anhela ver Mi gloria? ¿Quién no espera ansiosamente Mi regreso? ¿Quién no tiene sed de Mi reaparición? ¿Quién no suspira por Mi hermosura? ¿Quién no vendría a la luz? ¿Quién no contemplaría la riqueza de Canaán? ¿Quién no anhela el regreso del Redentor? ¿Quién no adora al Gran Todopoderoso? Mi voz se extenderá por toda la tierra; quiero, frente a Mi pueblo elegido, decirles más palabras. Como los poderosos truenos que sacuden las montañas y los ríos, digo Mis palabras a todo el universo y a la humanidad. Por tanto, las palabras en Mi boca se han convertido en el tesoro del hombre y todos los hombres aprecian Mis palabras. El relámpago destella desde el oriente hasta el occidente. Mis palabras son tales que el hombre se resiste a renunciar a ellas y, al mismo tiempo, las encuentra insondables, pero se regocija aún más en ellas. Al igual que un recién nacido, todos los hombres se alegran y regocijan, celebrando Mi llegada. Por medio de Mi voz, traeré a todos los hombres delante de Mí. A partir de entonces, entraré formalmente a la raza de los hombres para que ellos vengan a adorarme. Con la gloria que irradio y las palabras en Mi boca, haré que todos los hombres se presenten ante Mí y vean que el relámpago destella desde el oriente, y que Yo también he descendido al “Monte de los Olivos” del oriente. Verán que llevo ya mucho tiempo en la tierra, ya no como el Hijo de los judíos, sino como el Relámpago del oriente. Porque he resucitado hace mucho tiempo, me he alejado del seno de la humanidad y reaparecido luego con gloria entre los hombres. Soy Aquel que fue adorado en eras innumerables antes de ahora y también soy el infante abandonado por los israelitas en eras innumerables antes de ahora. ¡Además, soy el Dios Todopoderoso y todo glorioso de la era actual! Que todos se presenten ante Mi trono y vean Mi semblante glorioso, oigan Mi voz y contemplen Mis obras. Esta es la totalidad de Mi voluntad; es el fin y el clímax de Mi plan, así como el propósito de Mi gestión. ¡Que cada nación me adore, que cada lengua me reconozca, que todos los hombres depositen su fe en Mí y que todas las personas se sometan a Mí!
de “Los siete truenos retumban: profetizan que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo”
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Hoy en día, los desastres como terremotos, plagas y hambrunas están ocurriendo con frecuencia, esto es la señales antes del fin que nos dice que el día del Señor ha llegado, el Señor ha regresado. ¿Cómo debemos recibir al Señor? Puede hacer clic en los siguientes datos de contacto para discutir y comunicarse con nosotros en línea, nuestros especialistas le responderán online.
Estudio bíblico sobre el pecado: ¿El perdón de los pecados significa ser purificado?
La mayoría de los hermanos y hermanas en el Señor creen: El Señor Jesús ha absuelto nuestros pecados a través de nuestra fe, y ya no somos culpables porque el Señor nos ha santificado, entonces estamos calificados para entrar al reino celestial. Bueno, ¿Esta visión es correcta? ¿Está basada en las palabras del Señor?
En realidad, la razón principal por la que tenemos este punto de vista es porque no entendemos el verdadero significado del perdón de los pecados. Aunque somos perdonados de nuestros pecados debido a la redención del Señor, simplemente significa que Dios ya no nos considera pecadores, pero no representa que hayamos sido liberados del pecado. Por ejemplo, cuando un hombre es capturado y enviado a prisión después de haber cometido un delito, su familia gasta una gran suma de dinero para sacarlo de prisión. ¿Puedes decir que él ha sido rescatado, no es culpable? ¡La respuesta es definitivamente no! Es lo mismo con todos nosotros que hemos aceptado la obra redentora del Señor Jesús. El Señor Jesús, al ser clavado en la cruz como nuestra ofrenda por el pecado, simplemente nos redimió de las manos de Satanás. Al venir ante el Señor, solo somos limpiados de los pecados de nuestro comportamiento, pero nuestra naturaleza pecaminosa interna aún no ha sido desechada. Así vivimos en la situación de pecar día a día, incapaces de librarnos de ello. Si esto continua, solo nos volveremos más y más corruptos. En última instancia, toda la humanidad será devorada por Satanás, quedando cautiva de ella. Por lo tanto el perdón de los pecados no significa ser purificado, lo que debería llamar nuestra atención. ¿Pero cómo podemos tener nuestra naturaleza pecaminosa resuelta a ser limpiada? Esto debe convertirse en un tema de máxima preocupación para nosotros.
¿Que verdades debemos buscar para eliminar nuestra naturaleza pecaminosa?
Antes que nada, necesitamos conocer la obra de Dios y Su plan de gestión para salvar a la humanidad. Desde que los progenitores de la humanidad cometieron pecado, el pecado entró en el hombre. La paga del pecado es la muerte, por lo que Dios comenzó Su plan de seis mil años para salvar a la humanidad. Primero, en la Era de la Ley, Jehová Dios emitió leyes para que el hombre obedeciera, y enseñó a los israelitas en ese momento cómo vivir, cómo llevarse bien con los demás, cómo adorar a Dios, y demás, para que pudieran recibir Su cuidado y protección manteniendo la ley. Por el contrario, si desobedecen Sus leyes, serían apedreados o quemados por el fuego del cielo. En ese momento Jehová Dios también requería que el hombre ofreciera sacrificios, quien cometiera otros pecados fuera de los Diez Mandamientos tendría que ofrecer ofrendas por el pecado a Dios, usando las ovejas, el ganado y las palomas recién nacidos para limpiar sus pecados. De esta manera, el hombre podría evitar morir. Por lo tanto, la obra de Dios en la Era de la Ley logró el resultado de capacitar al hombre para conocer el pecado. A medida que la humanidad se corrompió cada vez más profundamente por Satanás, ya no pudieron cumplir la ley, y más personas fueron ejecutadas a causa de sus violaciones. Dios no podría soportar ver a la gente que Él creó con sus propias manos ser devorada por Satanás de esa manera. Entonces Él se encarnó para hacer la obra de redención bajo el nombre de Jesús, y fue crucificado para soportar los pecados de la humanidad sirviendo como ofrenda por el pecado. A partir de ese momento, quienquiera que haya cometido pecados, siempre que haya venido ante el Señor Jesús para confesarse y arrepentirse, sus pecados serán perdonados. Por lo tanto, la humanidad ha disfrutado de la paz y la alegría de Dios. Sin embargo, las personas de la Era de la Gracia ya no están más en el pecado por la salvación de Dios, pero eso no significa que no tengan pecado. Esto se debe a que la naturaleza pecaminosa del hombre, aún no se ha resuelto, y así los hombres podemos pecar y resistir a Dios a menudo, viviendo en el ciclo de pecar en el día y confesándose en la noche sin poder liberarnos. Nuestra disposición satánica corrupta como la arrogancia, el engreimiento, el egoísmo, el desprecio, la perversidad, la astucia, etc., todavía persisten y nos controlan, como resultado de lo cual no hay una verdadera tolerancia y paciencia entre nosotros, sino tanto odio y celos en nuestro corazón. ¿Cómo podemos nosotros, una humanidad que no vive más que la imagen de Satanás, lograr compatibilidad con Dios, y cómo podemos ser salvos y entrar en el reino de los cielos? En la Biblia se dice: “Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12: 14). Y el Señor Jesús también dijo: “... En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). Dado que nuestra naturaleza pecaminosa no ha sido eliminada y limpiada a fondo, aún no estamos calificados para entrar en el reino de Dios. Por lo tanto, la obra de Dios de salvar a la humanidad no se detendrá.
¿Qué trabajo necesita hacer el Señor Jesús para purificar y transformar la naturaleza pecaminosa del hombre cuando regrese en los últimos días?
Alguna persona descubrió que un mayor número de profecías en la Biblia se refieren a la obra de juicio de Dios en los últimos días. Hay al menos 200 versículos en la Biblia que mencionan que Dios vendrá a ejecutar el juicio. Las siguientes son algunas de las escrituras que profetizan la venida de Dios para hacer la obra del juicio de los últimos días:
“... mirad, el Juez está a las puertas” ( Santiago 5:9).
“delante del Señor, pues viene a juzgar la tierra; El juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con equidad” ( Salmos 98:9).
“Juzgará entre las naciones, y hará decisiones por muchos pueblos. […]” ( Isaías 2:4).
“... porque cuando la tierra tiene conocimiento de tus juicios, aprenden justicia los habitantes del mundo” ( Isaías 26:9).
“porque El ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, …” ( Hechos 17:31).
“y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del Hombre” ( Juan 5:27).
“Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo,” ( Juan 5:22).
“Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; ...” ( Pedro 4:17).
El Señor Jesús también dijo: “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” ( Juan 12: 47-48). De estos versículos podemos ver claramente que en los últimos días Dios seguramente bajará a la tierra para llevar a cabo la obra del juicio.
Gracias al Señor por Su guia. Un día, en Facebook conversé con la hermana Jiayin sobre cómo la naturaleza pecaminosa del hombre podría ser purificada. Mientras más hablamos, más ganamos el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo, y esto me hizo tener algún conocimiento de cómo Dios hace Su obra para purificar al hombre en los últimos días. En ese momento, la hermana Jiayin leyó un pasaje de la palabra de Dios para mí, “Antes de que el hombre fuera redimido, muchos de los venenos de Satanás ya fueron plantados dentro de él. Después de miles de años de corrupción de Satanás, el hombre ya tiene dentro de sí una naturaleza que resiste a Dios. Por tanto, cuando ha sido redimido, no es nada más que una redención en la que se le ha comprado por un alto precio, pero la naturaleza venenosa de su interior no se ha eliminado. El hombre que está tan inmundo debe pasar por un cambio antes de ser digno de servir a Dios. Por medio de esta obra de juicio y castigo, el hombre llegará a conocer plenamente la esencia inmunda y corrupta de su interior, y podrá cambiar completamente y ser purificado. Sólo de esta forma puede ser el hombre digno de regresar delante del trono de Dios. Toda la obra realizada este día es con el fin de que el hombre pueda ser purificado y cambiado; por medio del juicio y el castigo por la palabra, así como del refinamiento, el hombre puede desechar su corrupción y ser hecho puro. En lugar de considerar que esta etapa de la obra es la de la salvación, sería más apropiado decir que es la obra de purificación. En verdad, esta etapa es la de conquista así como la segunda etapa de la salvación. Dios gana al hombre por medio del juicio y el castigo por la palabra; por medio del uso de la palabra para refinar, juzgar y revelar, todas las impurezas, las nociones, los motivos y las esperanzas individuales dentro del corazón del hombre se revelan completamente. Aunque el hombre ha sido redimido y se le han perdonado sus pecados, sólo se considera que Dios no recuerda sus transgresiones y no lo trata de acuerdo con estas. Sin embargo, cuando el hombre vive en la carne y no ha sido liberado del pecado, sólo puede continuar pecando, revelando interminablemente el carácter satánico corrupto. Esta es la vida que el hombre lleva, un ciclo sin fin de pecado y perdón. La mayoría de los hombres pecan durante el día y se confiesan por la noche. Así, aunque la ofrenda por el pecado siempre sea efectiva para ellos, no podría salvarlos del pecado. Sólo se ha completado la mitad de la obra de salvación, porque el hombre sigue teniendo un carácter corrupto. […] esta es más profunda que el pecado, plantada por Satanás y profundamente arraigada dentro del hombre. No resulta fácil para el hombre ser consciente de sus pecados; es incapaz de reconocer su propia naturaleza profundamente arraigada. Tales efectos sólo pueden conseguirse a través del juicio por la palabra. Sólo así puede el hombre ser cambiado gradualmente de ahí en adelante” ( de “El misterio de la encarnación (4)”).
Después de leer este pasaje, comprenderemos que la gente no puede abandonar completamente su naturaleza pecaminosa y purificarse confiando únicamente en la gracia y la redención en la cruz del Señor Jesús. Esto se debe a que lo que hizo el Señor Jesús en la Era de la Gracia fue la obra de la redención. De acuerdo con la naturaleza de la gente en ese momento, Él les dió solo el camino del arrepentimiento, y le enseñó al hombre algunas verdades y prácticas rudimentarias, tales como cómo confesarse y arrepentirse, cómo cargar la cruz, ser paciente, humilde y amar, perdonar a los demás, etc. Nunca expresó las verdades que pueden juzgar y limpiar al hombre, transformar las disposiciones satánicas del hombre y ser la vida eterna del hombre. Para decirlo de otra manera, el Señor Jesús no expresó el camino de la verdad que implica cambiar la disposición de la vida, cómo liberarse de nuestra naturaleza pecaminosa y ser limpiado y salvado. Por lo tanto, al aceptar la salvación del Señor Jesús, solo somos perdonados de nuestros pecados, pero las corruptas disposiciones como la arrogancia, el engreimiento, la perversidad, el engaño, el egoísmo, el desprecio, la avaricia y la maldad aún permanecen dentro de nosotros. Como resultado, a menudo estamos sujetos a los pecados, viviendo en el ciclo de cometer pecados solo para confesarlos y luego continuar con el pecado otra vez. Todavía seguimos las tendencias mundiales, buscamos la fama, la fortuna y el estatus, y codiciamos las comodidades de la carne, viviendo impotentes en el pecado. Además, aún podemos albergar el engaño en nuestro corazón, y mentir a menudo para engañar a Dios y a otras personas. Cuando nos enfrentamos a desastres, persecución y tribulación, aún podemos malinterpretar, culpar a Dios, e incluso traicionar a Él. Aunque he creído en el Señor por muchos años, todavía podemos ser dirigidos por la intención de obtener bendiciones, realizar transacciones con Dios mientras trabajamos y nos gastamos, y trabajar solo por la corona y las bendiciones del cielo. Este tipo de oposición contra Dios realmente muestra que una naturaleza pecaminosa aún permanece dentro de nosotros, es decir, la naturaleza satánica, que se opone directamente a Dios y a la verdad. Debido a que nuestra naturaleza de resistir a Dios no se ha resuelto, por lo que es completamente imposible para nosotros vivir una humanidad normal, y aún menos alcanzar la obediencia genuina a Dios, adorar a Dios y amar a Dios. Entonces, aunque hemos experimentado la obra del Señor Jesús en la Era de la Gracia y nuestros pecados han sido perdonados, aún no hemos ganado la verdad como nuestra vida. Esto es un hecho. Tenemos que experimentar la obra del juicio y el castigo de Dios con la Palabra en los últimos días y obtener los diversos tipos de corrupción e inmundicia dentro de nosotros revelados en la luz. Solo a través de esto podemos conocer activamente nuestras propias disposiciones corruptas, y además, bajo la guía de Dios, deshacerse gradualmente de varios deseos e intenciones para creer en Dios, resolver nuestras disposiciones corruptas y alcanzar el conocimiento de Dios y de nosotros mismos. Finalmente podemos seguir el camino de Dios, y ser capaces de temer a Dios y evitar el mal, obedecer la soberanía y los arreglos de Dios, y llegar a ser de la misma mente que Dios. Solo entonces Dios nos puede purificar por completo y finalmente podemos obtener la salvación completa de Dios. Entonces el perdón de los pecados no significa que podemos entrar en reino de los cielos. Si siempre nos aferramos a este punto de vista equivocado de que hemos sido santificados después de haber sido perdonados de los pecados y como resultado, rechazar el juicio de Dios y la obra de la purificación en los últimos días, entonces echaremos de menos la salvación de Dios en los últimos días. Todos sabemos que las personas no santificadas no pueden ver al Señor. Dios es santo, por lo tanto, nos ordena que busquemos ser santos. De esta manera, tenemos que experimentar la obra del juicio que Dios hace en los últimos días y purificarnos para poder calificar para entrar en el Reino de Dios.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
(Traducido del original en inglés al español por Andrea Evangelina Casa)
I El Dios encarnado se llama Cristo y es diferente a la carne de todo hombre. Cristo no es de carne y hueso, sino encarnación del Espíritu. Su humanidad es normal, Su divinidad es total. Su humanidad lo sostiene en la tierra. Su divinidad realiza la obra de Dios, mas no está poseída por nadie, nadie, por ningún hombre. Y ambas se someten a la voluntad del Padre celestial. Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Su esencia es la divinidad. Su sustancia es el Espíritu. Su sustancia es de Dios mismo. II El Dios que se hizo carne se llama Cristo, y así el Cristo que les puede dar a la gente la verdad se llama Dios. Él posee el carácter de Dios y el saber de Su obra, que son imposibles para el hombre. Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Su esencia es la divinidad. Su sustancia es el Espíritu. Su sustancia es de Dios mismo. III Cristo no es sólo la manifestación de Dios en la tierra, es la carne asumida por Dios para llevar Su obra a los hombres, que ningún hombre puede reemplazar. Esta carne expresa Su carácter, bien lo representa y concede vida al hombre. Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Su esencia es la divinidad. Su sustancia es el Espíritu. Su sustancia es de Dios mismo. IV Cristo es Dios que otorga la verdad a toda la humanidad, porque tiene la esencia de Dios. Y son fraudes todos ellos que así mismos se llaman Cristo, pero no pueden hacer la obra de Dios.
Esa mañana de domingo era como cualquier otra, cuando abrí mi Biblia, comencé mis devociones espirituales y vi que Hebreos 9:28 decía: “Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan”. Cuando pensé en esto detenidamente, no pude evitar sentirme confundida. “Eso no puede ser”, pensé. “¿Acaso cuando el Señor Jesús dijo ‘Consumado es’ en la cruz no quiso decir que la obra de Dios para salvar al hombre se había completado totalmente? Cuando el Señor regrese, podremos entrar en el cielo inmediatamente y tener un banquete con el Señor, ¿cómo puede ser que esto diga que el Señor Jesús aparecerá de nuevo para salvar al hombre cuando Él regrese? ¿Qué es lo que significa esto?”. Cuanto más pensaba en ello, más dudas tenía en mi corazón … “¡Esto no puede ser! Debo encontrar a alguien para compartir esta palabra conmigo”, pensé. Justo entonces, me vino a la mente mi compañera de trabajo de la iglesia, la hermana Xiao Xue. Solíamos hablar de la Biblia y justo en ese mismo momento la hermana Xiao Xue volvió de una reunión en otro sitio; no había nada que no me pudiera ayudar a encontrar.
Fui a casa de Xiao Xue, y cuando vi que tanto la hermana Xiao Xue como su marido, el hermano Xu, estaban en casa, solté de golpe mi pregunta: “Estoy confundida acerca de algo que me gustaría comentaros. Todos sabemos que el Señor Jesús dijo ‘Consumado es’ cuando estaba en la cruz. Esto significa que la obra de Dios para salvar al hombre había sido completada y que siempre que creamos en Jesús, el Señor no nos considerará pecadores, y cuando regrese nos llevará inmediatamente al cielo. Pero en Hebreos 9:28 está escrito: ‘Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan’. Esto dice que Dios aparecerá de nuevo en los últimos días para hacer Su obra para salvarnos. ¿Cómo entendéis esto?”.
Xiao Xue sonrió y dijo: “Esta pregunta es algo que, por casualidad, he estado debatiendo con los hermanos y hermanas en mi viaje, y después de unos cuantos días de conversar llegamos finalmente a una conclusión. En realidad, es un hecho que, cuando el Señor Jesús dijo ‘Consumado es’ en la cruz, no quiso decir que la obra de Dios para salvar a la humanidad estaba completamente terminada, porque había profetizado anteriormente: ‘Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir’ (Juan 16:12-13). ‘Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final’ (Juan 12:47-48). ‘El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’ (Apocalipsis 2-3). El Señor ya nos ha dicho claramente que cuando vuelva en los últimos días, expresará la verdad a las iglesias, nos contará muchos misterios y también hará la obra del juicio. Dios es fiel y todo lo que Dios ha dicho ocurrirá”.
Reflexioné sobre estas palabras de la hermana Xiao Xue y pensé: “¡Sí! Dios es fiel, y como el Señor Jesús profetizó que pronunciará más palabras y hará más obras en el futuro, entonces esto ocurrirá sin falta”.
El Hermano Xu siguió, diciendo: “Sí, las palabras del Señor no pueden fallar nunca. Además, debemos estar conscientes de que, cuando el Señor Jesús dijo ‘Consumado es’, quiso decir que la obra de Dios para redimir a la humanidad se había acabado y que el hombre ya no tenía ser condenado a morir por la ley. Si recordamos el final de la Era de la Ley, la humanidad estaba siendo corrompida cada vez más por Satanás y no podía cumplir la ley, por lo que estaba en peligro constante de ser condenado a morir por la ley. Para salvar al hombre, Dios se encarnó en el Señor Jesús y predicó el evangelio, sanó a los enfermos y expulsó demonios allá donde fue. Hizo muchos milagros y al final fue clavado en la cruz para redimir al hombre del pecado. Por tanto, cuando el Señor Jesús dijo ‘Consumado es’, quiso decir que, siempre que los que acepten Su salvación le confiesen sus pecados a Él y se arrepientan, sus pecados serán perdonados, disfrutarán la gracia que Él concede y no serán condenados ni ejecutados por la ley”.
Después de escuchar sus palabras, de repente vi la luz y dije: “Hermano Xu, tus palabras me han hecho entender. Cuando el Señor dijo ‘Consumado es’, quiso decir que la obra de redención de Dios había terminado y que siempre que confiáramos en el Señor y confesáramos y nos arrepintiéramos, nuestros pecados podían ser perdonados y no seríamos condenados a morir por la ley”.
La hermana Xiao Xue dijo entonces: “Gracias al Señor, es maravilloso que hayas entendido esto. El Señor Jesús se ofreció como ofrenda del pecado para el hombre y redimió al hombre del pecado y perdonó sus pecados. Esta fue la misericordia de Dios, pero no significaba que estuviéramos entonces libres de pecado, ya que nuestra naturaleza pecadora todavía está arraigada en nosotros y todavía somos capaces de estar sujetos frecuentemente a las ataduras de nuestra naturaleza pecadora y cometemos pecados y desafiamos a Dios. Después de creer en el Señor, por ejemplo, aunque ya no cometamos pecados obvios y parezca que nos portamos bien en apariencia externa, seguimos mintiendo frecuentemente y engañamos a otros en la vida para proteger nuestra propia imagen y nuestros intereses; cuando tenemos problemas, todavía podemos tener codicia y pensamientos malvados en nuestros corazones; en nuestras interacciones con otras personas, todavía podemos menospreciarlas y excluirlas hasta el punto en que las ponemos en su sitio y las dominamos. En particular, cuando nuestras familias se encuentran con desastres naturales o causados por el hombre, todavía podemos quejarnos, tanto que nos hacemos negativos y débiles y rechazamos y traicionamos a Dios. Y entonces hay personas que, después de empezar a creer en el Señor, continúan siguiendo las tendencias del mundo, buscando riqueza, fama y fortuna. Hechos como estos prueban que nuestra naturaleza pecadora no ha sido completamente extirpada y que la gente que peca a menudo de esta manera sigue sin poder entrar en el reino de los cielos. Por tanto, Hebreos 9:28 dice: ‘Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan’. Por tanto, es evidente que Dios aparecerá de nuevo en los últimos días para salvarnos”.
Después de escuchar a Xiao Xue y Xiao Xu, me llené de emoción y dije: “Vuestras palabras me han hecho pensar en las palabras de Dios: ‘En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre’ (Juan 8:34-35). ‘Por tanto, consagraos y sed santos, porque yo soy santo’ (Levítico 11:44). Dios es santo y con toda certeza no permitirá que la gente sucia entre en Su reino. Aunque nuestros pecados ahora están perdonados, todavía vivimos vidas en las que cometemos pecados y nos arrepentimos todos los días y seguimos siendo siervos del pecado. ¡Ciertamente no estamos calificados para entrar en el cielo y, por tanto, todavía necesitamos la salvación de Dios!”
Xiao Xue sonrió y dijo: “Sí, es así. Todavía vivimos en un ciclo de pecado y confesión y no podemos entrar todavía en el reino de Dios. Por tanto, cuando el Señor regrese en los últimos días, todavía tiene que pronunciar Sus palabras, expresar la verdad y hacer la obra de juzgar y purificar al hombre. El Señor Jesús nos ha dicho: ‘Pero a medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo”’ (Mateo 25:6). Apocalipsis 3:20 dice: ‘He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo’. En esencia, todas las profecías de la Biblia sobre el regreso del Señor se han cumplido y este es precisamente el momento más crucial en el que daremos la bienvenida al Señor. Sólo siendo como las vírgenes sabias y escuchando la voz del Señor podemos darle la bienvenida al Señor y obtener la salvación de Dios, quien aparece en los últimos días”.
Después de escuchar las palabras de Xiao Xue, ¡sentí que esta información era muy importante para mí! Cuando alguien predique que el Señor Jesús ha regresado y que está expresando la verdad y haciendo una obra nueva, debemos tomar la iniciativa para buscar y estudiar de esta manera y saber cómo escuchar la voz de Dios como las vírgenes sabias y entonces nos aseguraremos de dar la bienvenida al Señor sin falta.
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¿Qué quiso decir el Señor Jesús al afirmar en la cruz “Consumado es”? ¡Véaselo ahora!
A medida que esta pandemia se extiende por todo el mundo, la mayoría de la gente cree que los grandes desastres han caído sobre nosotros. Siente pánico y no sabe qué hacer, excepto aislarse y quedarse en casa. No sabe cómo protegerse de la pandemia ni cómo escapar de los grandes desastres. El Señor Jesús profetizó hace mucho tiempo: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino; habrá grandes terremotos, y plagas y hambres en diversos lugares” (Lucas 21:10-11). La pandemia y cualquier otro desastre tienen lugar con el permiso de Dios. Con ellos advierte a la humanidad de que debemos arrepentirnos sin demora. Sin embargo, ¿qué es el verdadero arrepentimiento? Multitud de creyentes piensan que el verdadero arrepentimiento consiste en orar y confesarse ante el Señor con mayor intensidad y que, entonces, Dios los salvará de los grandes desastres. Sin embargo, ¿en efecto es así? Mira este diálogo cómico, Ante la pandemia, para descubrir cómo debemos arrepentirnos realmente ante Dios al afrontar estos desastres.
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Hoy en día, los desastres como terremotos, plagas y hambrunas están ocurriendo con frecuencia, esto es la señal del fin del mundo que nos dice que el día del Señor ha llegado, el Señor ha regresado. ¿Cómo debemos recibir al Señor? Puede hacer clic en los siguientes datos de contacto para discutir y comunicarse con nosotros en línea, nuestros especialistas le responderán online.
¿Cómo entienden “Mas en orden al día y a la hora, nadie lo sabe” lo que dijo el Señor Jesús?
Ahora, los desastres son cada vez más graves, muchos están dando testimonio de que el Señor Jesús ha regresado. Por esto algunos hermanos y hermanas recuerdan lo que se dice en la Biblia: “Mas en orden al día y a la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36), y están perplejos: ya que nadie sabe el día ni la hora del regreso del Señor, ¿cómo ellos pueden saber que el Señor ha regresado? Así que se dudan y no se atreven a examinar y aceptar. Entonces, ¿cómo entendemos este versículo para ajustarse a la voluntad de Dios?
De hecho que la palabra de “mas en orden al día y a la hora, nadie lo sabe” significa que ningún hombre sabe en qué fecha y qué hora llegará el Señor, es decir, nadie conoce el momento exacto de la venida del Señor. Pero esto no demuestra que nadie lo sepa después de regresar el Señor. Tal como dice Mateo 25:6: “Mas llegada la medianoche, se oyó una voz que gritaba: Mirad que viene el esposo, salidle al encuentro”. Y Apocalipsis 3:19: “He aquí que estoy a la puerta de tu corazón, y llamo; si alguno escuchare mi voz y me abriere la puerta, entraré a él, y con él cenaré, y él conmigo”.
Dios dice: “Estoy llevando a cabo Mi obra por todo el universo y en el oriente se producen choques interminables como de truenos que sacuden a todas las naciones y denominaciones. Es Mi voz la que ha guiado a todos los hombres al presente. Haré que todos los hombres sean conquistados por Mi voz, que caigan en esta corriente y se sometan ante Mí, porque desde hace mucho tiempo he recuperado Mi gloria de toda la tierra y la he emitido nuevamente en el oriente. ¿Quién no anhela ver Mi gloria? ¿Quién no espera ansiosamente Mi regreso? ¿Quién no tiene sed de Mi reaparición? ¿Quién no suspira por Mi hermosura? ¿Quién no vendría a la luz? ¿Quién no contemplaría la riqueza de Canaán? ¿Quién no anhela el regreso del Redentor? ¿Quién no adora al Gran Todopoderoso? Mi voz se extenderá por toda la tierra; quiero, frente a Mi pueblo elegido, decirles más palabras. Como los poderosos truenos que sacuden las montañas y los ríos, digo Mis palabras a todo el universo y a la humanidad. Por tanto, las palabras en Mi boca se han convertido en el tesoro del hombre y todos los hombres aprecian Mis palabras. El relámpago destella desde el oriente hasta el occidente. Mis palabras son tales que el hombre se resiste a renunciar a ellas y, al mismo tiempo, las encuentra insondables, pero se regocija aún más en ellas. Al igual que un recién nacido, todos los hombres se alegran y regocijan, celebrando Mi llegada. Por medio de Mi voz, traeré a todos los hombres delante de Mí. A partir de entonces, entraré formalmente a la raza de los hombres para que ellos vengan a adorarme. Con la gloria que irradio y las palabras en Mi boca, haré que todos los hombres se presenten ante Mí y vean que el relámpago destella desde el oriente, y que Yo también he descendido al ‘Monte de los Olivos’ del oriente. Verán que llevo ya mucho tiempo en la tierra, ya no como el Hijo de los judíos, sino como el Relámpago del oriente. Porque he resucitado hace mucho tiempo, me he alejado del seno de la humanidad y reaparecido luego con gloria entre los hombres. Soy Aquel que fue adorado en eras innumerables antes de ahora y también soy el infante abandonado por los israelitas en eras innumerables antes de ahora. ¡Además, soy el todo glorioso Dios Todopoderoso de la era actual! Que todos se presenten ante Mi trono y vean Mi semblante glorioso, oigan Mi voz y contemplen Mis obras. Esta es la totalidad de Mi voluntad; es el fin y el clímax de Mi plan, así como el propósito de Mi gestión. ¡Que cada nación me adore, que cada lengua me reconozca, que todos los hombres depositen su fe en Mí y que todas las personas se sometan a Mí!”.
De laPalabra de Dios y la Biblia, podemos estar seguros de que el Señor hablará a todos los seres humanos cuando regrese, y Sus palabras y Sus declaraciones se predicarán en toda la tierra. Por eso, el regreso del Señor primero debe haber conocido por alguien que sigue a Dios cuando escucha Su voz. Al igual que cuando el Señor Jesús vino a obrar, Pedro, Juan y otros escucharon el camino de arrepentimiento enseñado por el Señor Jesús, de enseñar a las personas ser tolerantes y pacientes y a perdonar a los demás, por lo que todos recibieron suministros prácticos a partir de las palabras y la obra del Señor, dándose cuenta de que el Señor Jesús era el Mesía que vendría y siguiendo a Él, y acabaron sabiendo que el Mesías había venido. De manera similar, donde Dios aparece en los últimos días, donde están las declaraciones de Dios. Debemos prestar atención a buscar las palabras del Espíritu Santo a las iglesias, y cuando escuchamos a alguien dando testimonio de la buena noticia del regreso del Señor, tenemos que buscar e investigar activamente, de esta manera sabremos que el Señor ha regresado.
Palabras diarias de Dios | El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca” (Fragmento 2)
“Jehová” es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel, y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo, y guiar su vida. Significa el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría. “Jesús” es Emanuel, y significa la ofrenda por el pecado que está lleno de amor, de compasión, y redime al hombre. Él realizó la obra de la Era de la Gracia, y representa la Era de la Gracia, y sólo puede representar una parte del plan de gestión. Es decir, sólo Jehová es el Dios del pueblo escogido de Israel, el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, de Moisés, y de todo el pueblo de Israel. Y así en la era presente, todos los israelitas excepto la tribu de Judá adoran a Jehová. Hacen sacrificios a Él en el altar, y le sirven llevando túnicas de sacerdotes en el templo. Lo que esperan es la reaparición de Jehová. Sólo Jesús es el Redentor de la humanidad. Él es la ofrenda por el pecado que redimió a esta del mismo. Es decir, el nombre de Jesús vino de la Era de la Gracia, y existió por la obra de redención en la misma. El nombre de Jesús existió para permitir a las personas de dicha Era nacer de nuevo y ser salvos, y es un nombre particular para la redención de toda la humanidad. Y por tanto el nombre de Jesús representa la obra de la redención, y denota la Era de la Gracia. El nombre de Jehová es un nombre particular para el pueblo de Israel que vivía bajo la ley. En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de base, sino que tiene un significado representativo: cada nombre representa una era. “Jehová” representa la Era de la Ley, y es el título honorífico para el Dios adorado por el pueblo de Israel. “Jesús” representa la Era de la Gracia, y es el nombre del Dios de todos aquellos que fueron redimidos durante la Era de la Gracia. Si el hombre sigue anhelando la llegada de Jesús el Salvador durante los últimos días, y sigue esperando que llegue con la imagen que llevó en Judea, entonces todo el plan de gestión de seis mil años se detendría en la Era de la Redención, y sería incapaz de progresar más lejos. Los últimos días, además, nunca llegarían, y la era nunca acabaría. Esto se debe a que Jesús el Salvador es sólo para la redención y la salvación de la humanidad. Yo adopté el nombre de Jesús por causa de todos los pecadores en la Era de la Gracia, y no es el nombre por el cual llevaré a su fin a toda la humanidad. Aunque Jehová, Jesús, y el Mesías representan todos a Mi Espíritu, estos nombres sólo denotan las diferentes eras en Mi plan de gestión, y no representan mi totalidad. Los nombres por los que me llaman las personas en la tierra no pueden articular todo Mi carácter y todo lo que soy. Son simplemente nombres diferentes por los que soy llamado durante diferentes eras. Así pues, cuando la era final —la de los últimos días— llegue, Mi nombre cambiará de nuevo. No se me llamará Jehová, o Jesús, mucho menos el Mesías, sino el poderoso Todopoderoso Dios mismo, y bajo este nombre pondré fin a toda la era. Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador porque me amaban y respetaban. Pero hoy no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados, soy el Dios que ha vuelto en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que se levanta en los extremos de la tierra, repleto con todo Mi carácter, y lleno de autoridad, honor y gloria. Las personas nunca han tenido contacto conmigo, nunca me han conocido, y siempre han ignorado Mi carácter. Desde la creación del mundo hasta hoy, ni una persona me ha visto. Este es el Dios que aparece al hombre durante los últimos días, pero que está oculto en medio de los hombres. Reside entre los hombres, verdadero y real, como el sol ardiente y el fuego llameante, lleno de poder y rebosante de autoridad. No hay una sola persona o cosa que no ha de ser juzgada por Mis palabras, y ni una sola persona o cosa que no ha de ser purificada ardiendo en el fuego. Finalmente, todas las naciones serán benditas por Mis palabras, y también hechas pedazos por ellas. De esta forma, todas las personas durante los últimos días verán que soy el Salvador que ha vuelto, que soy el Dios Todopoderoso que conquista toda la humanidad, que una vez fui la ofrenda por el pecado para el hombre, pero en los últimos días también me convierto en las llamas del sol que queman todas las cosas, así como el Sol de justicia que revela todas las cosas. Esa es Mi obra de los últimos días. Adopté este nombre y poseo este carácter de forma que todas las personas puedan ver que soy un Dios justo, el sol ardiente, y el fuego llameante. Es así para que todos puedan adorarme, el único Dios verdadero, y para que puedan ver Mi verdadero rostro: no soy sólo el Dios de los israelitas, y no soy sólo el Redentor, soy el Dios de todas las criaturas en todos los cielos, la tierra y los mares.
Extracto de “El Salvador ya ha regresado sobre una ‘nube blanca’”
“El amor de Dios se extiende como el agua de una fuente, y se te da a ti y a mí y a él ya todos los que verdaderamente buscan la verdad y esperan la aparición de Dios” (La Palabra manifestada en carne). ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? No importa qué dificultades o confusión tenga usted en su fe o vida, no dude en ponerse en contacto con nosotros.
Haser: “Ahora los desastres se hacen cada vez más graves, la pandemia aún no ha terminado, el terremoto vuelve a ocurrir. Enfrentando a estos desastres, muchas personas están en pánico, porque no saben cuándo llegue el desastre sobre ellas. Entonces ¿cuál es nuestro mayor deseo durante el desastre?” Loresa: “Desde luego es poder recibir al Señor lo antes posible y ser protegidos.” Haser: “Así es, pero ¿cómo puede cumplirse esta esperanza? ¿Cómo podemos recibir al Señor?” Boyi: “¿No sabéis que el Señor ha regresado?” Haser y Loresa: “¿Qué dices? ¿El Señor ha vuelto?”
Boyi: “Sí, el Señor ha regresado hace mucho tiempo, Él es Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, y ha expresado todas las verdades para purificar y salvar a la humanidad. ¡Siempre y cuando nos concentremos en escuchar la voz de Dios y busquemos Sus pasos, podremos recibir al Señor y tener la oportunidad de ser protegidos por Él en los desastres! Mira la página del Evangelio ‘El Salvador ya ha regresado’, entenderéis con toda claridad la forma de dar la bienvenida al Señor.”
¿Quieres recibir al Señor y ser arrebatado ante el trono de Dios? Ahora que las señales antes del fin del mundo han aparecido, el Señor ha vuelto, y dese prisa para unirse a nuestro grupo de WhatsApp para discutir y comunicarse con nosotros, y obtener más mensajes del Señor.
“En las Escrituras se dice acerca de Job: ‘Entonces Job murió cuando ya era viejo y después de una larga vida’ (Job 42:17). Esto significa que cuando Job falleció, no tuvo remordimientos y no sintió dolor, sino que partió de este mundo con naturalidad. Como todo el mundo sabe, Job fue un hombre que temió a Dios y se apartó del mal cuando estaba vivo; Dios elogió sus obras justas, las personas las recordaron, y su vida, más que la de nadie, tuvo valor y sentido. Job disfrutó de las bendiciones de Dios y fue llamado justo por Él sobre la tierra, y también fue probado por Dios y tentado por Satanás; se mantuvo como testigo de Dios y mereció ser calificado como una persona justa. Durante las varias décadas posteriores a haber sido puesto a prueba por Dios, vivió una vida incluso más valiosa, llena de sentido, fundamentada y apacible que antes. Debido a sus obras justas, Dios lo puso a prueba; debido a sus obras justas, Dios se le apareció y le habló directamente. Así, durante los años posteriores tras haber sido puesto a prueba, Job entendió y apreció el valor de la vida de una forma más práctica, alcanzó un entendimiento más profundo de la soberanía del Creador, y obtuvo un conocimiento más preciso e incuestionable de cómo el Creador da y quita Sus bendiciones. El libro de Job registra que Jehová Dios concedió a Job bendiciones incluso mayores que las que le había dado antes, colocándolo en una posición incluso mejor para conocer la soberanía del Creador y afrontar la muerte con calma. Así, cuando envejeció y afrontó la muerte, Job seguramente no habría estado preocupado por sus propiedades. No tenía preocupaciones, no tenía nada de lo que arrepentirse, y por supuesto no temía a la muerte; porque pasó toda su vida andando por el camino del temor de Dios y del apartarse del mal, y no tenía razón para preocuparse por su final. ¿Cuántas personas podrían actuar hoy de la forma en que Job lo hizo cuando afrontó su propia muerte? ¿Por qué no es nadie capaz de mantener esa actitud exterior tan simple? Sólo hay una razón: Job vivió su vida en la búsqueda subjetiva de la fe, el reconocimiento y la sumisión a la soberanía de Dios, y fue con esta fe, este reconocimiento y esta sumisión que él pasó por las coyunturas importantes en la vida, vivió sus últimos años y recibió la coyuntura final de su vida. Independientemente de lo que Job experimentó, sus búsquedas y objetivos en la vida fueron alegres, no dolorosos. Él no sólo estaba feliz por las bendiciones o los elogios concedidos a él por el Creador, sino más importante, por sus búsquedas y objetivos en la vida, por el conocimiento gradual y el entendimiento real de la soberanía del Creador que alcanzó a través del temor de Dios y del apartarse del mal, y además, por las maravillosas obras del Creador que Job experimentó personalmente durante su tiempo sometido a la soberanía del Creador, y las experiencias cariñosas e inolvidables, así como los recuerdos de la coexistencia, familiaridad y entendimiento mutuo entre él y Dios; por el consuelo y la felicidad que vinieron como consecuencia de conocer la voluntad de Dios; por la reverencia que surgió después de ver que Él es grande, maravilloso, adorable y fiel. La razón por la que Job fue capaz de afrontar la muerte sin ningún sufrimiento fue que sabía que, al morir, regresaría al lado del Creador. Y fueron sus búsquedas y logros en la vida lo que le permitieron afrontar la muerte con calma, afrontar la perspectiva del Creador llevándose su vida de vuelta, con un corazón tranquilo y, además, levantarse, impoluto y libre de preocupaciones, delante del Creador. ¿Pueden las personas hoy en día conseguir el tipo de felicidad que Job poseía? ¿Estáis vosotros en una posición para hacerlo? Puesto que las personas hoy en día lo están, ¿por qué son incapaces de vivir felizmente, como Job? ¿Por qué son incapaces de escapar del sufrimiento del temor de la muerte? Cuando afrontan la muerte, algunas personas pierden el control; otras tiemblan, se desmayan, arremeten contra el cielo y los hombres por igual, incluso gimen y lloran. Estas no son en absoluto las reacciones repentinas que tienen lugar cuando la muerte se acerca. Las personas se comportan de estas formas embarazosas principalmente porque, en lo profundo de sus corazones, temen a la muerte, porque no tienen un conocimiento y una apreciación claros de la soberanía de Dios y Sus arreglos, y mucho menos se someten realmente a ellos; como las personas no quieren otra cosa que organizar y gobernarlo todo por sí mismas, controlar sus propios destinos, sus propias vidas y muertes, no es de extrañar, por tanto, que las personas no sean capaces de escapar del miedo a la muerte”.
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Ahora nos encontramos al final de los últimos días y muchos hermanos y hermanas que creen sinceramente en el Señor y esperan Su regreso seguramente deben estar pensando en esta cuestión. En el capítulo 22, versículo 12 del Apocalipsis, el Señor Jesús profetizó: “He aquí, yo vengo pronto”. El Señor nos prometió que vendría de nuevo en los últimos días; así pues ¿ya ha vuelto? Esta pregunta es muy importante para nosotros los cristianos, así que, ¿cómo sabemos exactamente si el Señor ha regresado o no? En realidad, el Señor Jesús ya nos lo ha dicho a través de las profecías bíblicas y, si reunimos todos los datos y los ponderamos seriamente, entonces encontraremos la respuesta.
Ahora nos encontramos al final de los últimos días y muchos hermanos y hermanas que creen sinceramente en el Señor y esperan Su regreso seguramente deben estar pensando en esta cuestión. En el capítulo 22, versículo 12 del Apocalipsis, el Señor Jesús profetizó: “He aquí, yo vengo pronto”. El Señor nos prometió que vendría de nuevo en los últimos días; así pues ¿ya ha vuelto? Esta pregunta es muy importante para nosotros los cristianos, así que, ¿cómo sabemos exactamente si el Señor ha regresado o no? En realidad, el Señor Jesús ya nos lo ha dicho a través de las profecías bíblicas y, si reunimos todos los datos y los ponderamos seriamente, entonces encontraremos la respuesta.
1. La aparición de la guerra, el hambre y los terremotos
En Mateo, capítulo 24, versículos del 6 al 8, dice: “Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es sólo el comienzo de dolores”. Los desastres que se han producido en todo el mundo en los últimos años son cada vez más graves y, para horror del hombre, los terremotos, las inundaciones, las sequías, los incendios forestales, las hambrunas y los brotes de enfermedades son frecuentes y están muy extendidos. El mundo se encuentra en un estado cambiante y turbulento, y la guerra, los actos violentos, los conflictos regionales y los atentados terroristas se producen con frecuencia y siguen agravándose. Por ejemplo, en abril de 2015, dieciséis estados de Estados Unidos descubrieron que tenían el virus de la gripe aviar y los expertos dictaminaron que aquel era el peor brote de gripe aviar en Estados Unidos en 30 años. El 25 de abril de 2015, un terremoto de 8,1 grados en la escala de Richter tuvo lugar en el centro de Nepal, causando alrededor de 9.000 muertos y 22.000 heridos. Fue el mayor desastre natural que ha golpeado a Nepal en más de 80 años. Entre noviembre de 2015 y julio de 2016, París, Bruselas y Niza sufrieron varios atentados terroristas que causaron la muerte de al menos 200 personas y más de 700 heridos. En abril de 2016, la India experimentó su peor sequía en 40 años, lo que provocó que más de 300 millones de personas tuvieran problemas para encontrar agua suficiente para beber. Del 4 al 6 de febrero de 2017, debido a las fuertes nevadas, se produjeron una serie de avalanchas a lo largo de la frontera entre Afganistán y Pakistán que causaron la muerte de más de 100 personas y afectaron a 2.617 familias, lo cual dio un total de 15.702 personas. Al amanecer del 1 de abril de 2017, las inundaciones y los deslizamientos de tierra causados por las fuertes lluvias afectaron a Mocoa, Colombia, causando al menos 316 muertos, 332 heridos y 103 desaparecidos. Fue el tercer desastre relacionado con el clima en la historia de Colombia y es considerado el peor que haya afectado a Mocoa. Es precisamente la frecuencia de estos desastres lo que sirve como un recordatorio a la humanidad por parte de Dios y a partir de ellos vemos que esta profecía bíblica se cumplió ya hace mucho y que el Señor ha regresado.
2. La restauración de Israel
En Mateo, capítulo 24, versículos del 32 al 33, dice: “Y de la higuera aprended la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, sabed que El está cerca, a las puertas”. Como todos sabemos, se habla de la higuera que extiende sus hojas en referencia a la restauración de Israel. Israel fue restaurado el 14 de mayo de 1948. Estas escrituras nos dicen que cuando veamos a Israel restaurado, el Hijo del Hombre está a la puerta. Ya han pasado 70 años desde que Israel fue restaurado; hace 70 años, el Señor estaba a la puerta, entonces ¿no ha regresado ya hace mucho? Está muy claro que esta profecía del regreso del Señor Jesús también se ha cumplido.
En Mateo, capítulo 24, versículos 14, dice: “Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” “Este evangelio […] se predicará en todo el mundo” significa que cuando en todo el mundo se haya escuchado el evangelio del Señor Jesús, Cristo vendrá. (No significa que todas las personas del mundo hayan escuchado el evangelio o crean en Cristo). Cuando el Señor Jesús fue clavado en la cruz y completó Su obra de redención, el Espíritu Santo comenzó a guiar a los discípulos y apóstoles para que dieran testimonio del Señor Jesús. Desde entonces, el evangelio del Señor se ha difundido gradualmente a través de todo tipo de canales, como la radio, Internet, los libros, los folletos del evangelio o la evangelización de los creyentes. El cristianismo se ha establecido en todo el mundo y muchos países incluso tienen al cristianismo como su religión nacional. Los cristianos también se han extendido por todo el mundo desde hace mucho tiempo, e incluso hay muchos que aceptan el Evangelio del Señor Jesús en China, que está gobernada por un partido político ateo. El Evangelio de la redención del Señor Jesús se ha extendido desde hace mucho tiempo hasta los confines del mundo. Queridos hermanos y hermanas, pensadlo un momento: ¿Qué nación o región del mundo nunca ha escuchado el evangelio del Señor Jesús?
4. La maldad abundará y el amor de los creyentes se enfriará
En Mateo, capítulo 24, versículos 12, dice: “Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará”. La maldad está aumentando ahora en el mundo de la religión, que ya no tiene la obra del Espíritu Santo ni la presencia de Dios. Aunque algunos parezcan tener una creencia ferviente, todavía caminan por la senda de lo mundano. La codicia de la riqueza es la tónica general entre los creyentes; algunos venden todo tipo de bienes en sus iglesias, otros se dedican a los negocios y otros dirigen fábricas y se dedican a hacer dinero. No se preocupan por trabajar para el Señor y viven inmersos en los enredos mundanos. Cuando los pastores y ancianos predican, se enfocan solamente en explicar el conocimiento bíblico y las teorías teológicas en vez de predicar las palabras del Señor; no dan testimonio del Señor ni lo exaltan, no conducen a los creyentes a buscar entender la voluntad del Señor. Y, así, terminan llevando a sus oyentes al conocimiento bíblico y su rebaño se aleja cada vez más de Dios. Algunos pastores y ancianos compiten entre sí y se involucran en disputas por celos, hasta tal punto que incluso forman camarillas, se dividen en diferentes facciones y pandillas, roban ofrendas, se involucran en conductas sexuales inapropiadas y no tienen en absoluto un corazón temeroso de Dios. Esos actos malvados están ocurriendo con cada vez mayor frecuencia en el mundo religioso y las iglesias están cada vez más desoladas. Estas cosas inevitablemente nos recuerdan al fin de la Era de la Ley, cuando el templo que antes había estado lleno de la gloria de Jehová parecía desolado, los sacerdotes hacían pobres sacrificios y el templo se convirtió en un mercado. ¿Hay alguna diferencia entre las iglesias de hoy y el templo del final de la Era de la Ley? Esto nos hace darnos cuenta de que esta profecía bíblica se ha cumplido totalmente y el Señor ha regresado.
5. La aparición de falsos Cristos y falsos profetas
Dice en Marcos capítulo 13, versículo 6, que cuando los discípulos preguntaron al Señor Jesús qué presagios habría para Su segunda venida en los últimos días, el Señor Jesús dijo: “Muchos vendrán en mi nombre diciendo: ‘Yo soy el Cristo’, y engañarán a muchos”. Y está registrado en Mateo capítulo 24, versículo 24, “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos”.
El Señor Jesús profetizó que cuando regresara en los últimos días, aparecerían falsos Cristos y falsos profetas. En los últimos años, falsos Cristos y falsos profetas han aparecido uno tras otro en países como China, Corea del Sur y Japón. Se llaman Cristo a sí mismos y no sólo usurpan el nombre de Jesús, sino que también tratan de imitar las señales y maravillas del Señor Jesús, sanando a los enfermos, expulsando demonios, etc. Con la aparición de tantos falsos Cristos, podemos ver que esta profecía concerniente al regreso del Señor Jesús se ha cumplido, pues si aparecen falsos Cristos es que el verdadero Cristo ya ha venido. En este momento, con mayor razón debemos tomar la iniciativa y buscar la apariencia y la obra de Dios. Tal vez algunos hermanos y hermanas puedan decir: “Ahora han aparecido muchos falsos Cristos y falsos profetas. Si tomamos la iniciativa de buscarlos e investigarlos, ¿qué haremos si nos engañan?”. Pero si no buscamos e investigamos la aparición y la obra de Dios porque tenemos miedo de ser engañados, no sabremos si el Señor ha regresado y ¿acaso no nos haría eso aún más propensos a ser abandonados? ¿No estaríamos dejando de comer por miedo a atragantarnos y perdiendo mucho por querer salvar un poco? Con esto nos damos cuenta de que adoptar una actitud de no escuchar nada, no ver nada y no tocar nada hacia todos los que predican la venida del Señor por temor a ser engañados es una tontería. Si queremos darle la bienvenida al regreso del Señor Jesús, entonces es crucial poder diferenciar entre los falsos Cristos y el verdadero Cristo. Sólo así podemos darle la bienvenida al Señor y no dejarnos engañar. Entonces, ¿cuáles son las características de un falso Cristo? El Señor Jesús dijo, “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios”. A partir de las palabras del Señor, podemos reconocer los rasgos principales de los falsos Cristos: sólo pueden realizar algunas señales y maravillas sencillas y predican falacias que parecen verdaderas pero que en realidad son falsas para engañar a la gente; son completamente incapaces de expresar cualquier verdad que resuelva el problema de la humanidad respecto al pecado y la confesión, y tampoco pueden salvar a la humanidad de su propia corrupción. Esto se debe a que la esencia de los falsos Cristos es la misma de los espíritus malignos extremadamente malvados y están completamente desprovistos de verdad. Sólo Cristo es la verdad, el camino y la vida; sólo Cristo puede expresar la verdad, mostrarnos el camino y darnos la vida. Todos aquellos que no pueden expresar la verdad para proveernos de ella y sólo pueden mostrar algunas señales y maravillas simples son falsos Cristos; ese es el principio fundamental de cómo diferenciar a los falsos Cristos del verdadero Cristo. Teniendo como base las palabras del Señor no debemos preocuparnos de ser engañados. Para saber diferenciar más concretamente entre los falsos Cristos y el verdadero Cristo, podéis ver este maravilloso video, Cómo diferenciar entre el Cristo verdadero y los falsos Cristos.
A partir de los hechos arriba mencionados, nos damos cuenta de que todas las profecías concernientes al regreso del Señor Jesús se han cumplido: el Señor ha regresado. Sin embargo, mucha gente seguramente se preguntará: “Si el Señor ha regresado, ¿por qué no le hemos dado todavía la bienvenida?”. ¿Alguna vez has pensado que podría haber algo equivocado en la manera en que practicamos la bienvenida al regreso del Señor Jesús? Cuando se trata del regreso del Señor Jesús, muchas personas hacen de la protección contra los falsos Cristos su prioridad número uno. Se aferran a sus conceptos e imaginaciones y creen que todos los que dan testimonio del regreso del Señor son falsos, y no se preocupan de cómo ser una virgen prudente y escuchar la voz de Dios. Algunas personas se centran en observar y esperar, en aferrarse al nombre del Señor Jesús y mantener Su senda. Pero eso no es más que una espera pasiva y nunca toman la iniciativa ni salen a buscar e investigar, no se preocupan de escuchar la voz del Señor. ¿Cómo podemos darle la bienvenida al Señor practicando de esa manera? El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Lucas 11:9). “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. […] Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios” (Mateo 5:3, 8). El Señor es fiel, y mientras alberguemos un corazón que busque, investiguemos activamente la aparición y obra del Señor en los últimos días, escuchemos con atención la voz del Señor y veamos si ese camino tiene alguna expresión de la verdad y si puede o no proporcionarnos vida, ¡entonces el Señor seguramente nos guiará para reconocer Su segunda venida!
Tras leer este artículo entendemos que se han cumplido todas las profecías concernientes al regreso del Señor Jesús. Entonces, ¿cómo debemos dar la bienvenida al regreso del Señor Jesús? Recomendamos la página del evangelio El Señor ha regresado, para así poder continuar buscando e investigando este aspecto de la verdad. Si tienes alguna otra luz, esclarecimiento o dificultad respecto a este artículo, deja un comentario o comunícate online con nosotros a través del chat en vivo de nuestra página web.
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