Fe en Dios

Película cristiana completa en español 2018 | "El misterio de la piedad" El Señor Jesús ha regresado





Película cristiana completa en español 2018 | "El misterio de la piedad" El Señor Jesús ha regresado


Lin Bo’en era un anciano de una iglesia clandestina en China. Durante toda su vida de creer en el Señor, consideraba que era un honor sufrir por el Señor y que el conocimiento y la obtención del Señor Jesucristo estaba por encima de todo lo demás en el mundo.


Un día rascendental salió a predicar y se enteró de una estremecedora noticia: ¡El Señor Jesús ha regresado hecho carne y Él es Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso! Lin Bo’en se quedó perplejo: Cuando regrese el Señor, se supone que descenderá sobre las nubes; entonces, ¿por qué se encarnaría y obraría en secreto? ¿Qué misterios había ocultos en la encarnación de Dios? Si el Señor ha regresado de verdad, ¿por qué no hemos sido arrebatados? … Se desató un intenso debate entre Lin Bo’en y sus compañeros y los predicadores de la Iglesia de Dios Todopoderoso. … ¿Serán finalmente capaces de reconocer que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús, la aparición de Dios encarnado?


Las Películas evangélicas aquí te traen la última información sobre Dios, revelando los misterios de la Biblia y trayendo noticias del regreso del Señor. Vale la pena recomendar y mirar.


Fragmento 4 de Película cristiana "Canción de victoria": Señales del regreso del Señor Jesús



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Los desastres son más y más graves, las señales del fin del mundo han aparecido. Cada vez más creyentes en el Señor han comenzado a intuir que se acerca el día de la venida del Señor y que el reino de Dios está a punto de llegar. El Señor Jesús dijo en una ocasión: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). Esto es lo que el Señor nos pide a cada uno de nosotros. Solo si nos arrepentimos de verdad seremos protegidos por Dios y llevados al reino celestial antes de la gran tribulación. Entonces, ¿qué es el verdadero arrepentimiento y cómo podemos alcanzarlo? Puede hacer clic en los siguientes medios de contacto para discutir en línea y contactarnos.

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Película cristiana de reflexión | Ser arrebatados en el peligro

La palabra de Dios es mi fuerza

Testimonio cristiano | La palabra de Dios es mi fuerza

Por Jingnian, Canadá

Desde niña sigo la fe de mi familia en el Señor, leyendo la Biblia y asistiendo a los servicios con frecuencia. Compartí el evangelio del Señor Jesús con mi suegra una vez casada, y desde entonces ella ya no perdía los estribos ante lo que le sucediera ni actuaba a su antojo como antes. Las relaciones en nuestra familia comenzaron a mejorar en general. Al ver los cambios en su madre, mi esposo también empezó a creer en el Señor en 2015 e iba conmigo a la iglesia cada semana. Mi familia estaba en paz tras aceptar el evangelio del Señor y, cuando lo comprobé, supe que esta era la gracia del Señor, la cual le agradecí de todo corazón.

Un día, Xiao Han me llevó a casa de su tía, donde esta compartió el evangelio del reino de Dios Todopoderoso con nosotras. Nos mandó leer las palabras pronunciadas por Dios en los últimos días y nos habló de Su voluntad al crear a Adán y Eva, de Sus propósitos e intenciones cuando pidió a Noé que construyera el arca, del dolor de Su corazón cuando destruyó al pueblo en época de Noé y más cosas. Nos dijo que todos estos misterios están revelados en las palabras de Dios de los últimos días; de lo contrario, nadie los comprendería. Yo la creí, pues solo el propio Dios podría explicar los propósitos de todo cuanto hace. Si Dios no hubiera venido personalmente a hablar y obrar, ¿quién más podría explicar detalladamente los propósitos e intenciones de Dios? Las palabras de Dios me atrajeron profundamente y decidí estudiar en serio la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días. En la época en que la estaba estudiando, le planteaba a la tía de Xiao Han numerosas cuestiones que nunca había entendido con la lectura de la Biblia y ella me daba respuestas basadas en las palabras de Dios Todopoderoso; las respuestas eran muy exhaustivas, claras y comprensibles para mí. A medida que iba leyendo las palabras de Dios, poco a poco quedó zanjada la confusión dentro de mi corazón y logré entender que, en los últimos días, Dios Todopoderoso lleva a cabo la obra del juicio por medio de Sus palabras, lo que cumple la profecía bíblica que afirma que “El juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Esta etapa de la obra de Dios supone un progreso y una profundización de la obra del Señor Jesús y es la etapa final de la obra de Dios en los últimos días para purificar y salvar a la humanidad. Tras investigar durante un tiempo, tuve la certeza de que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado, acepté con gusto Su obra de los últimos días y comencé a asistir a reuniones con mis hermanos y hermanas.

Transcurridos algo más de tres meses, una mañana estaba reunida con otras hermanas como siempre, cuando de repente el celular empezó a pitar. Lo miré y vi una notificación de que estaban tratando de localizar mi posición por medio de mi iPhone. Me quedé muy sorprendida y no sabía qué estaba pasando, pero acto seguido mi marido me envió un mensaje de WeChat en el que me preguntaba: “¿Dónde estás?”. Lo observé y dudé un poco; recordé que, más de un mes antes, tras regresar de un servicio religioso, mi esposo me había contado que el pastor había dicho muchas cosas negativas de la Iglesia de Dios Todopoderoso y había advertido a los creyentes que estuvieran alerta y no tuvieran ningún contacto con gente del Relámpago Oriental. En aquel momento temí que el pastor y el anciano engañaran a mi esposo y sus rumores lo volvieran en contra de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Quería esperar hasta que entendiera mejor la verdad y supiera dar testimonio claro de la obra de Dios de los últimos días para compartir el evangelio con él, por lo que nunca me atrevía a hablarle de mis reuniones con las hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Habida cuenta de ello, le respondí: “Voy de camino al trabajo”. Sin embargo, cuando lo pensé de nuevo, noté que algo iba mal: “Nunca me envía mensajes a esta hora. ¿Por qué, de repente, me pregunta dónde estoy hoy? ¿Qué está pasando?”.

Cuando llegué del trabajo aquella noche vi a mi esposo sentado en la cama con mala cara. Había encontrado el libro de las palabras de Dios que yo había escondido en casa y lo había puesto sobre el escritorio. Al verlo me quedé muy desconcertada, pero sin que me diera tiempo a pensarlo, mi marido me preguntó: “¿Cuándo empezaste a creer en Dios Todopoderoso? Hay muchas cosas negativas en Internet sobre la Iglesia de Dios Todopoderoso, ¿no lo sabes? Hoy me has mentido. No ibas de camino al trabajo esta mañana. ¿Dónde estabas?”. Le respondí con cierta indignación: “Así que cuando mi teléfono empezó a pitar hoy, ¡eras tú el que intentaba localizarme!”. Me dijo: “Esta mañana, durante mi descanso en el trabajo, quería saber dónde estabas, así que busqué tu ubicación y descubrí que no estabas donde habías dicho”. Suavizó el tono y continuó: “El Gobierno chino anunció en Internet que los límites entre hombres y mujeres no se mantienen de forma clara entre los creyentes en Dios Todopoderoso, y también había otras cosas negativas de todo tipo. ¿Me haces el favor de cortar el contacto con ellos? Sería mucho mejor que simplemente asistieras a los servicios de la iglesia; podría ir contigo todas las semanas. ¿Por qué guardas relación con ellos?”. Después de decirme esto, se conectó a Internet y buscó mucha información negativa sobre la Iglesia de Dios Todopoderoso para que yo la leyera. Tras leer esos rumores carentes de fundamento, comenté airadamente: “Estas personas nunca han tenido contacto alguno con la Iglesia de Dios Todopoderoso. ¿Por qué hablan de ella con esa suficiencia? Todo esto es completamente infundado, son habladurías. ¡Son mentiras y rumores y carecen de toda credibilidad! Llevo unos meses con los hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso y lo que he comprobado es que su vestimenta es sencilla y de buen gusto, además de que hablan y se comportan con decoro. Hay límites definidos entre los hermanos y hermanas y unos principios en su manera de relacionarse. No se parecen en nada a los rumores que difunden el Gobierno del PCCh y los pastores y ancianos. Uno de los decretos administrativos de Dios Todopoderoso para la Era del Reino establece claramente que ‘El hombre tiene un carácter corrupto y, además, posee emociones. Por tanto, queda absolutamente prohibido que dos miembros del sexo opuesto trabajen juntos, solos, en el servicio a Dios. Cualquiera que sea descubierto haciendo eso será expulsado, sin excepción’ (‘Los diez decretos administrativos que el pueblo escogido de Dios debe obedecer en la Era del Reino’ en “La Palabra manifestada en carne”). Dios es santo y justo y nada aborrece más que la conducta licenciosa. Por lo tanto, Dios ha emitido estrictos decretos administrativos para Su pueblo elegido y quien los infrinja será expulsado de la Iglesia. Los hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso acatan estrictamente los decretos administrativos de Dios y nadie se atreve a infringirlos. Esto es lo que he visto y vivido personalmente. ¡El rumor, difundido por el Gobierno del PCCh y los pastores y ancianos, de que los límites entre hombres y mujeres no son claros en la Iglesia de Dios Todopoderoso no es sino una mentira y una calumnia!”. No obstante, dijera lo que dijera, mi esposo, sencillamente, no me escuchaba e insistía en que dejara de asistir a reuniones con los hermanos y hermanas. Ante su inflexibilidad empecé a sentir cierta negatividad, pues la única persona que tenía cerca en el extranjero era mi marido y no quería pelear con él. Además, tenía miedo de que se lo contara a mi familia en China y al pastor, lo que únicamente me traería más problemas. Así pues, cuando insistió en que no fuera a reuniones, accedí, pero le dije que quería seguir leyendo las palabras de Dios en casa, y aceptó. Entonces amainó la tormenta por el momento.

Como solo leía las palabras de Dios en casa, había muchas cosas que no entendía, por lo que contactaba a través del celular con una hermana cuando mi marido estaba en el trabajo, lo que me permitió seguir congregándome con las hermanas. Cuando les conté que mi esposo me había impedido ir a reuniones, una de ellas me leyó un pasaje de las palabras de Dios: “En cada paso de la obra que Dios hace en las personas, externamente parece que se producen interacciones entre ellas, como nacidas de disposiciones humanas o de la interferencia humana. Sin embargo, detrás de bambalinas, cada etapa de la obra y todo lo que acontece es una apuesta hecha por Satanás ante Dios y exige que las personas se mantengan firmes en su testimonio de Dios. Mira cuando Job fue probado, por ejemplo: detrás de escena, Satanás estaba haciendo una apuesta con Dios, y lo que aconteció a Job fue obra de los hombres y la interferencia de estos. Detrás de cada paso de la obra que Dios hace en vosotros está la apuesta de Satanás con Él, detrás de todo ello hay una batalla. […] Cuando Él y Satanás luchan en el ámbito espiritual, ¿cómo deberías satisfacer a Dios? Y ¿cómo deberías mantenerte firme en el testimonio de Él? Deberías saber que todo lo que te ocurre es una gran prueba y es el momento en que Dios necesita que des testimonio” (‘Solo amar a Dios es realmente creer en Él’ en “La Palabra manifestada en carne”). Mi hermana me enseñó lo siguiente: “Cuando nos encontramos con este tipo de cosas tras aceptar a Dios Todopoderoso, desde fuera parece que nuestra familia se interpone en nuestro camino y nos impide ir a reuniones, pero si lo miramos a través de las palabras de Dios, lo que subyace es la perturbación de Satanás: esta es una batalla espiritual. Dios quiere salvarnos, pero Satanás no quiere darse por vencido tan fácilmente, por lo que va detrás de Dios para perturbarnos y utiliza a quienes nos rodean para evitar que nos presentemos ante Dios. Satanás tiene por objeto destruir nuestra buena relación con Dios y hacernos sentir negativos y débiles para que nos distanciemos de Dios, lo traicionemos, acabemos regresando al campo de acción de Satanás y perdamos la ocasión de ser salvados por Dios. Por eso debemos aprender a discernir, enfocar las cosas de acuerdo con las palabras de Dios, descubrir las trampas de Satanás, orar y confiar en Dios en mayor medida y tener auténtica fe en Él. Entonces podremos contemplar los actos de Dios por medio de la fe”. Después de oír la palabra de Dios y las enseñanzas de la hermana, caí en la cuenta: “Mi esposo es un obstáculo para que yo crea y siga a Dios porque Satanás lo está utilizando para perturbarme y hacer que traicione a Dios, al igual que la prueba por la que pasó Job. Satanás trató de tentar a Job por todos los medios. Le hizo perder su inmensa riqueza y sus rebaños de vacas y ovejas, lo llenó de terribles llagas y utilizó a sus amigos para perturbarlo y atacarlo. Utilizó incluso a su esposa con el fin de tentarlo para que abandonara a Dios. Satanás intentó de manera arrogante anular la fe de Job en Dios para que lo negara y rechazara. ¡Satanás es verdaderamente maligno y despreciable!”. Estos pensamientos llenaron mi corazón de odio por Satanás, pero entonces pensé: “Aunque Satanás estaba enloquecido acosando a Job, jamás se habría atrevido a herirlo de muerte sin permiso de Dios; así pues, ¿eso no quiere decir que lo que yo estoy pasando también está en manos de Dios? Siempre que recurra a Dios y me ampare en Él con sinceridad, seguro que me guiará para que venza las tentaciones de Satanás”. Aquel pensamiento me aportó más fe en Dios y decidí mantener el contacto con las hermanas y seguir congregándome y hablando con ellas por el celular.

Una noche dejé el teléfono en la mesa sin esperarme que mi esposo lo tomaría para examinarlo: vio el historial de mis conversaciones con la hermana. Muy airado, me dijo: “Todavía estás en contacto y hablas con ellos dos horas seguidas”. Después me bombardeó con más propaganda negativa de Internet y comenzó a vigilarme por distintos medios. Ya no podía ponerme en contacto con mi hermana por teléfono, de modo que perdí otra vez mi vida de iglesia y no podía recibir ayuda de la hermana. Posteriormente, mi marido empezó a enviarme rumores que encontraba en Internet un día sí y otro también, y además me atosigaba e impedía todo contacto con mis hermanos y hermanas. Ante el agobio y los impedimentos de mi marido, me sentía totalmente desgraciada y no pude evitar debilitarme de nuevo. Pensé: “¿Por qué mi esposo se opone tanto a que crea en Dios Todopoderoso? Solamente quiero creer en Dios; ¿por qué es tan difícil? ¿Cuándo podré practicar la fe sin que me atosigue tanto? ¿Esta va a ser mi vida de ahora en adelante?”. Al pensarlo no pude contener las lágrimas de ninguna manera: me sentía especialmente sola e indefensa. No sabía cómo seguir. He perdido la cuenta de cuántas veces lloré por eso. En medio de mi desgracia, lo único que pude hacer fue orar a Dios: “Dios mío, no sé qué hacer frente a los obstáculos de mi marido ni cómo resolver esto, pero creo que en toda situación está Tu benévola voluntad. Te pido que me guíes y des fe para superar esto”.

Milagrosamente, justo cuando terminé de orar recibí de la hermana dos pasajes de la palabra de Dios: “Al hacer la guerra contra Dios, y al ir detrás de Él, el objetivo de Satanás es demoler toda la obra que Dios quiere hacer, ocupar y controlar a aquellos a los que Dios quiere ganar, extinguirlos por completo. Si esto no ocurre, pasan a ser posesión de Satanás para ser usados por él; esta es su meta” (‘Dios mismo, el único IV’ en “La Palabra manifestada en carne”). “Debes poseer Mi valentía dentro de ti y debes tener principios cuando te enfrentes a parientes que no creen. Sin embargo, por Mi bien, tampoco debes ceder a ninguna fuerza oscura. Confía en Mi sabiduría para caminar el camino perfecto; no permitas que ninguna de las conspiraciones de Satanás se apodere de ti. Dedica todos tus esfuerzos a poner tu corazón delante de Mí y Yo te consolaré y te traeré paz y felicidad” (‘Capítulo 10’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”). Meditando las palabras de Dios aprendí a discernir un poco las siniestras intenciones de Satanás. Dios obra para salvar a la humanidad mientras Satanás se devana los sesos para destruir la obra de Dios y competir con Él por las personas, por lo que difunde todo tipo de rumores en Internet para despistarlas y engañarlas. Además, utiliza a nuestras familias para estorbarnos y acosarnos con el fin de que no podamos presentarnos ante Dios y recibir la salvación. A mi esposo lo habían cegado y engañado los rumores difundidos por Satanás porque no conocía la verdad, motivo por el cual se obstinaba en obstaculizar mi fe. Satanás también se había valido de mi debilidad para aprisionarme y hacerme daño. Satanás sabía que mi punto débil eran las emociones, por lo que me atacaba utilizando mis sentimientos hacia mi marido para que renunciara a seguir a Dios porque me importaban mis apegos carnales y mi deseo de preservar la armonía familiar y, en consecuencia, para que abandonara el camino verdadero y perdiera la ocasión de que me salvara Dios. ¡Satanás es verdaderamente despreciable! Al mismo tiempo sentía que Dios me consolaba con Sus palabras, que me animaban a no rendirme a las oscuras fuerzas de Satanás. Dios, asimismo, me estaba ofreciendo una senda de práctica. Como afirmó, “Confía en Mi sabiduría para caminar el camino perfecto”. En semejante entorno, ¿cómo podía cooperar con Dios y emplear Su sabiduría para ir a reuniones? Recordé aquella última ocasión en que mi esposo había usado mi teléfono para rastrearme, así que ya no podía ir a las reuniones en casa de la hermana ni congregarme con ella por teléfono, pero podría verme con ella en una zona de descanso del centro comercial. Si mi marido me preguntaba de nuevo, podría decir que me iba de compras. Por tanto, con la guía de Dios pude volver a quedar con ella. Una vez que logró entender mis dificultades, me habló de las palabras de Dios, me consoló y me animó. Cuando comprendí la verdad, mi negatividad se disipó rápidamente.

Un día llegué a casa de trabajar y quise leer las palabras de Dios; revisé en vano cada uno de los cajones y armarios donde normalmente guardaba el libro. Estaba tremendamente nerviosa y pensé: “Ya está: mi marido debe de haberme tirado el libro. Es una persona muy cautelosa, así que, por supuesto, no lo habrá tirado a la basura, donde yo podría encontrarlo. Si se ha deshecho de él en su oficina, nunca lo encontraré”. La idea me entristeció y no supe qué hacer.

Días después acompañé mi esposo a examinarse para el permiso de conducir y allí vi a una de las hermanas. Disimuladamente le di a entender que mi libro de las palabras de Dios había desaparecido. Me dijo que rezara más, confiara en Dios e hiciera otra búsqueda exhaustiva. Dios controla y gobierna todas las cosas, afirmó, por lo que, lo hubiera tirado mi esposo o no, eso estaba en las manos de Dios y yo no debía dejar volar mi imaginación y apresurarme a juzgar. Cuando llegué a casa envié un mensaje a otra hermana, la cual me dijo lo mismo. Tras haber oído las mismas palabras de dos hermanas distintas, creí que detrás de todo esto debían estar las buenas intenciones de Dios. ¿Estaba utilizando Dios a las hermanas para recordármelo? Entonces me acordé de un pasaje de Sus palabras: “¡Dios Todopoderoso domina todas las cosas e incidentes! Mientras lo admiremos de corazón en todo momento y entremos en el espíritu y nos comuniquemos con Él, entonces nos mostrará todas las cosas que buscamos, y de seguro Su voluntad nos será revelada. Nuestros corazones entonces estarán alegres y en paz, firmes con perfecta claridad” (‘Capítulo 7’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”). De las palabras de Dios deduje que Él siempre está ahí para que la gente se apoye y encuentre auxilio en Él. Cuando nos enfrentamos a un problema y no tenemos salida, siempre que recurramos sinceramente a Dios, Él nos dará esclarecimiento y guía y nos ayudará a superar las dificultades. Gracias al esclarecimiento y la guía de las palabras de Dios, mi fe en Él se fortaleció otra vez y retomé una senda de práctica. También comprendí que no encontraría mi libro extraviado de las palabras de Dios esforzándome en solitario. Dios es omnipotente y, siempre y cuando me amparara en Él, recurriera a Él y cooperara con Él de forma práctica para buscar el libro, confiaba en que me guiaría y ayudaría. Así pues, me presenté ante Dios y le oré sinceramente: “Dios mío, no encuentro mi libro de Tus palabras. Al principio me basé en mis nociones y fantasías para adivinar lo que podía haber sucedido. No te puse por encima de todo ni me daba cuenta de que todo está bajo Tu control. Ahora deseo recurrir a Ti, encomendarte este asunto y cooperar contigo en mi próxima búsqueda. Tanto si encuentro el libro como si no, ello tendrá lugar con Tu permiso. Te pido que me guíes”.

Después de rezar, de repente me dieron ganas de ir al trastero a buscar un par de zapatos. Para mi sorpresa, al arrodillarme para agarrarlos me encontré una bolsa blanca y, de pronto, me vino a la mente un pensamiento muy claro: “El libro de las palabras de Dios está en esta bolsa”. Lo tomé, lo miré, ¡y así era! Sorprendida y encantada, no pude evitar gritar: “¡Gracias a Dios! ¡Gracias a Dios!”. Fue entonces cuando me di cuenta de que era Dios quien me había guiado hasta encontrar el libro. Comprobé verdaderamente que todo está gobernado por Dios, que Él incluso dispone los pensamientos e ideas de la gente y que nada es imposible cuando nos apoyamos en Él y recurrimos a Él. Sin pérdida de tiempo, me llevé el libro de vuelta al dormitorio y lo metí cuidadosamente en mi cajón. Aquella noche, cuando mi esposo regresó, descubrió que había encontrado el libro de las palabras de Dios escondido en el trastero y me exigió que se lo entregara. En ese momento confié sinceramente en Dios y le pedí confianza y fuerza. Me negué a hacer más concesiones a mi esposo, quien, en vista de mi determinación, no me presionó más.

Más adelante, la hermana me dio un celular exclusivamente para escuchar sermones, en el cual también había descargadas muchas palabras de Dios; con ello pretendía que me resultara más fácil asistir a reuniones y hacer mis devocionales. En una ocasión, al cambiar de bolso me dejé ese teléfono en casa por descuido y mi marido se enteró de que estaba yendo a reuniones otra vez. Me envió un mensaje en el que me preguntaba: “¿Por qué sigues en contacto con ellos? ¿Por qué vas a reuniones a escondidas?”. Estaba tan enfadada como preocupada cuando vi estos mensajes, pero luego rememoré mis últimas experiencias: cómo, cada vez que mi esposo trataba de interponerse en mi camino o agobiarme, siempre cedía, me retiraba o me sentía negativa y débil, y que mi mayor carencia era la capacidad de confiar en Dios y dar testimonio de Él. Sabía que esta vez no podía rendirme ante Satanás. Confiaría en Dios, recurriría a Él, vencería a Satanás con fe y me mantendría firme en el testimonio de Dios. Recordé algunas de Sus palabras: “No importa dónde o cuándo, o cuán adverso sea el entorno, Yo te haré ver claramente y Mi corazón te será revelado si me miras con el tuyo; de esta forma, correrás por el camino que tienes por delante, y nunca te perderás” (‘Capítulo 13’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”). Entonces oré a Dios: “Dios mío, Tú ya me has elegido para que siga Tus huellas. Si no busco con todas mis fuerzas, si me someto a las fuerzas de Satanás, perderé la oportunidad de salvarme. Oh, Dios, deseo encomendarte mis dificultades actuales. Aunque mi esposo le hable a mi familia o al pastor sobre mi fe en Dios Todopoderoso o me haga cualquier otra cosa, me someteré a Ti. Esta vez me ampararé en Ti para mantenerme firme en el testimonio de Ti y humillar a Satanás”.

Después de orar, poco a poco empecé a estar mucho más tranquila. Tomé el teléfono y le envié una respuesta: “Sí, de nuevo asisto a reuniones. Sentémonos a hablarlo en persona mañana por la noche”. Una vez enviado el mensaje, todavía sentía que estaba siendo refinada: ¿Por qué me perturban cada vez que quiero buscar en serio la verdad? En ese momento me vino a la mente la experiencia de Job, que las hermanas habían compartido conmigo muchas veces, y también recordé lo manifestado por Dios: “¿Y qué hizo Dios cuando Job fue sometido a este tormento? Observó, vio y esperó el desenlace. ¿Cómo se sentía mientras observaba y miraba? Apesadumbrado, por supuesto” (‘La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II’ en “La Palabra manifestada en carne”). Sopesé las palabras de Dios y recapacité sobre la experiencia de Job. Se pasó la vida temiendo a Dios y evitando el mal, pero a Satanás no le complacía que Dios conquistara a Job, por lo que lo tentó muchas veces. Sin embargo, mientras Satanás tentaba a Job, Dios lo observaba y vigilaba todo y le puso a Satanás un límite estricto: no podría quitarle la vida a Job, con lo cual le garantizó a este su seguridad. Comprobé que Dios aprecia a las personas y no quiere que suframos ni caigamos bajo la influencia de Satanás y que este nos haga daño. Además, el hecho de que Dios permitiera que Satanás tentara a Job encerraba Su benévola voluntad. Dios tenía la esperanza de que Job diera testimonio de Él y de perfeccionar la fe de Job y su obediencia hacia Él. ¿No era precisamente esa la situación en que me hallaba yo? Aunque Satanás me tentó una y otra vez, Dios jamás me abandonó y me había guiado hasta entonces. Dios dispuso esas circunstancias con la esperanza de que madurara en la vida, me mantuviera firme en el testimonio de Él y humillara a Satanás, por lo que sabía que en aquel momento tenía que luchar por mantenerme firme en el testimonio de Dios y humillar a Satanás. Una vez más, sentí una mayor fe en Dios y estaba decidida a someterme a lo que Él había dispuesto, a permanecer a Su lado y no hacer concesiones a Satanás nunca más.

La noche siguiente, cuando llegué a casa del trabajo, mi marido ya estaba allí esperándome. Cuando me senté, me dijo: “¿Puedes renunciar a tu fe en Dios Todopoderoso?”. Luego se puso a hablarme de todo tipo de propaganda negativa que había visto en Internet sobre la Iglesia de Dios Todopoderoso. Mi respuesta fue: “No, no puedo. ¿Qué sabes realmente de la Iglesia de Dios Todopoderoso? Todo lo que has visto en Internet son meros rumores inventados por el Gobierno del PCCh para difamar, calumniar y condenar a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Nada de eso es cierto. El PCCh es un partido político ateo que, en concreto, odia la verdad y a Dios, por lo que hace todo lo posible por inventar y difundir todo tipo de rumores para engañar al pueblo. Espera en vano embaucarlo para que se oponga a Dios y acabe destruido con ellos. Esa es la siniestra intención del Gobierno del PCCh. Sin embargo, yo no he hecho nada malo por creer en Dios ni nada para defraudarte. Mi senda de fe es la correcta en la vida y he optado por continuar en ella. Ya lo he pensado lo suficiente y he decidido que adelante, puedes llamar al pastor y a los predicadores para que me condenen en sus sermones y luego me expulsen de la iglesia. También puedes llamar a mis padres para que se metan conmigo y me agobien. No obstante, hagas lo que hagas, no cambiaré de idea. Ya he aceptado la obra de Dios de los últimos días y, gracias a la lectura de las palabras de Dios y a las situaciones dispuestas por Él, tengo la certeza de que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado. Defenderé mi decisión pase lo que pase”. Mi marido me dijo: “Te das cuenta de que estás traicionando al Señor, ¿verdad? El Señor te ha otorgado una enorme gracia. ¿Cómo has podido traicionarlo?”. Yo señalé: “Creer en Dios Todopoderoso no es traicionar al Señor, sino seguir las huellas del Cordero, pues Dios Todopoderoso y el Señor Jesús son el mismo Dios. Precisamente por haber gozado tanto de la gracia del Señor Jesús, cuando me enteré de que ya había regresado supe que debía investigarlo, y después lo acepté. El Señor Jesús ya ha regresado encarnado para declarar nuevas palabras y explicar la totalidad de la obra y la voluntad de Dios. He oído la voz de Dios, por lo que debo trabajar aún más en mi búsqueda, ir a más reuniones y devolver a Dios Su amor por mí”. Al final, mi esposo contestó: “¡Bueno, olvídalo! ¡Haz lo que quieras! Iba a decirle al pastor que te convenciera de que volvieras a la iglesia e iba a llamar a tus padres también, pero tenía miedo de que se disgustaran tanto que se pusieran enfermos. De ahora en adelante, cree en lo que quieras; yo no me voy a meter”.Estaba exultante al oír decir a mi esposo que ya no obstaculizaría mi fe en Dios Todopoderoso. Sabía que esto se debía a la guía de Dios y que el corazón y la mente de mi marido también estaban en las manos de Dios. Que semejantes palabras salieran de su boca era consecuencia del gobierno de Dios; era Dios quien me había allanado el camino. Con esta experiencia comprobé que Dios quiere mi corazón y, cuando realmente confío en Él, recurro a Él y lo arriesgo todo por satisfacerlo, veo Sus actos y que siempre me ha guiado y ayudado en silencio. Recordé Sus palabras: “Siempre que Satanás corrompe al hombre o le inflige un daño desenfrenado, Dios no se queda ahí ocioso ni tampoco se echa a un lado, ni hace la vista gorda con aquellos que Él ha elegido. Dios entiende con toda claridad todo lo que Satanás hace. Independientemente de lo que haga Satanás, de la tendencia que haga surgir, Dios sabe todo lo que él está intentando hacer y no abandona a Sus elegidos. En cambio, sin llamar la atención, en secreto, silenciosamente, Dios hace todo lo necesario” (‘Dios mismo, el único VI’ en “La Palabra manifestada en carne”). Me conmovió mucho la meditación de estas palabras. Pensé en lo que había vivido en aquella época: cuando Satanás utilizó a mi esposo para perturbarme y agobiarme con el fin de impedirme ir a reuniones, Dios me permitió descubrir las trampas de Satanás y salir de mi negatividad gracias a las enseñanzas de los hermanos y hermanas sobre las palabras de Dios; cuando mi esposo me escondió el libro de Sus palabras y trató de impedirme que creyera, confié en Él y recurrí a Él de forma sincera, entonces presencié Sus maravillosos actos; una vez que decidí permanecer junto a Dios y estuve dispuesta a arriesgarlo todo por seguirlo, Satanás fue humillado y se retiró. Con mis experiencias comprendí que Dios verdaderamente está de mi parte y dispone las cosas en función de mi estatura. Dios no me dio una carga que no pudiera soportar. Recordé cómo en el pasado, antes de entregar sinceramente mi corazón a Dios, siempre estaba preocupada por los afectos carnales, me apoyaba en los medios humanos para hacer frente a los problemas y no me atrevía a abandonar a Satanás. En consecuencia, Satanás explotó mi punto más débil, aprovechando para atacarme una y otra vez y atormentarme hasta el infinito. Sin embargo, cuando realmente confié en Dios y estuve dispuesta a arriesgarlo todo, Él me abrió un camino y Satanás fue humillado en la derrota sin posibilidad alguna. Tras pasar por todo esto llegué a entender verdaderamente la omnipotencia y soberanía de Dios, así como mi propio carácter rebelde. Aumentaron mi fe y obediencia a Dios, aprendí a discernir las tramas de Satanás y vi su naturaleza maligna y despreciable. Surgió en mí un auténtico odio hacia él. Logré comprender todo esto gracias a la guía y el esclarecimiento de Dios. ¡Le estoy sinceramente agradecida!

Obtuve una gran cosecha de lo que viví en aquella época. Durante la misma experimenté la debilidad y la negatividad, pero la guía de las palabras de Dios y el apoyo y la ayuda de mis hermanas me dieron la fe para vencer las tentaciones y los ataques de Satanás y para continuar hasta el día de hoy. Con mis experiencias prácticas he percibido el amor de Dios y que Él me ha guiado y en ningún momento se ha apartado de mi lado. Cuando entregamos sinceramente nuestro corazón a Dios, recurrimos a Él y nos amparamos en Él, podemos contemplar Sus maravillosos actos y salir del sufrimiento. ¡A partir de hoy únicamente deseo experimentar más la obra de Dios y aspirar a conocerlo de verdad!

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Película cristiana en español latino|Bautismo de fuego|El camino inevitable hacia el reino celestial




Película cristiana en español latino|Bautismo de fuego|El camino inevitable hacia el reino celestial

El Señor Jesús dijo: "No todo el que me dice: 'Señor, Señor', entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21). ¿Pero cómo debemos buscar para convertirnos en personas cumplidoras de la voluntad del Padre Celestial y obedientes a Dios, de modo que Dios nos lleve al reino de los cielos? El cristiano Song Enze fue detenido y encarcelado por el Partido Comunista de China durante siete años por creer en Dios y predicar Su evangelio. Cuando lo soltaron, se empeñó en seguir con su entrega a Dios difundiendo el evangelio. A su parecer, abandonar su hogar y su profesión, afanarse y trabajar significa hacer la voluntad de Dios, y da por seguro que recibirá la aprobación de Dios y Él lo llevará al reino de los cielos. Más adelante, el hijo de Song Enze enferma de gravedad, con riesgo para su vida, por lo cual Song Enze guarda rencor a Dios, trata de rebatirlo y hasta pierde el deseo de cumplir con sus deberes. Con lo que le muestra la realidad de su situación y las revelaciones de la palabra de Dios, Song Enze se da cuenta de que sus muchos años de abandono y entrega a Dios fueron, en un principio, un intento de intercambiarlos por la gracia y las bendiciones de Dios y de que no es obediente a Él. Al final, por medio de la búsqueda, aprende a buscar con el fin de escapar a su carácter corrupto, hacerse verdaderamente obediente a Dios y ser salvado por Él.

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Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Las 5 señales de las profecías bíblicas de la segunda venida de Cristo han aparecido


Las 5 señales de las profecías bíblicas de la segunda venida de Cristo han aparecido

Por Zheng Xun

Ahora nos encontramos al final de los últimos días y muchos hermanos y hermanas que creen sinceramente en el Señor y esperan Su regreso seguramente deben estar pensando en esta cuestión. En el capítulo 22, versículo 12 del Apocalipsis, el Señor Jesús profetizó: “He aquí, yo vengo pronto”. El Señor nos prometió que vendría de nuevo en los últimos días; así pues ¿ya ha vuelto? Esta pregunta es muy importante para nosotros los cristianos, así que, ¿cómo sabemos exactamente si el Señor ha regresado o no? En realidad, el Señor Jesús ya nos lo ha dicho a través de las profecías bíblicas y, si reunimos todos los datos y los ponderamos seriamente, entonces encontraremos la respuesta.

1. Primera señal de la segunda venida de Cristo: La aparición de la guerra, de la hambruna y del terremoto

En Mateo, capítulo 24, versículos del 6 al 8, dice: “Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores”. Los desastres que se han producido en todo el mundo en los últimos años son cada vez más graves y, para horror del hombre, los terremotos, las inundaciones, las sequías, los incendios forestales, las hambrunas y los brotes de enfermedades son frecuentes y están muy extendidos. El mundo se encuentra en un estado cambiante y turbulento, y la guerra, los actos violentos, los conflictos regionales y los atentados terroristas se producen con frecuencia y siguen agravándose. Por ejemplo, en abril de 2015, dieciséis estados de Estados Unidos descubrieron que tenían el virus de la gripe aviar y los expertos dictaminaron que aquel era el peor brote de gripe aviar en Estados Unidos en 30 años. El 25 de abril de 2015, un terremoto de 8,1 grados en la escala de Richter tuvo lugar en el centro de Nepal, causando alrededor de 9.000 muertos y 22.000 heridos. Fue el mayor desastre natural que ha golpeado a Nepal en más de 80 años. Entre noviembre de 2015 y julio de 2016, París, Bruselas y Niza sufrieron varios atentados terroristas que causaron la muerte de al menos 200 personas y más de 700 heridos. En abril de 2016, la India experimentó su peor sequía en 40 años, lo que provocó que más de 300 millones de personas tuvieran problemas para encontrar agua suficiente para beber. Del 4 al 6 de febrero de 2017, debido a las fuertes nevadas, se produjeron una serie de avalanchas a lo largo de la frontera entre Afganistán y Pakistán que causaron la muerte de más de 100 personas y afectaron a 2.617 familias, lo cual dio un total de 15.702 personas. Al amanecer del 1 de abril de 2017, las inundaciones y los deslizamientos de tierra causados por las fuertes lluvias afectaron a Mocoa, Colombia, causando al menos 316 muertos, 332 heridos y 103 desaparecidos. Fue el tercer desastre relacionado con el clima en la historia de Colombia y es considerado el peor que haya afectado a Mocoa. Es precisamente la frecuencia de estos desastres lo que sirve como un recordatorio a la humanidad por parte de Dios y a partir de ellos vemos que esta profecía bíblica se cumplió ya hace mucho y que el Señor ha regresado.

2. Segunda señal de la segunda venida de Cristo: La restauración de Israel

En Mateo, capítulo 24, versículos del 32 al 33, dice: “Y de la higuera aprended la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, sabed que Él está cerca, a las puertas”. Como todos sabemos, se habla de la higuera que extiende sus hojas en referencia a la restauración de Israel. Israel fue restaurado el 14 de mayo de 1948. Estas escrituras nos dicen que cuando veamos a Israel restaurado, el Hijo del Hombre está a la puerta. Ya han pasado 70 años desde que Israel fue restaurado; hace 70 años, el Señor estaba a la puerta, entonces ¿no ha regresado ya hace mucho? Está muy claro que esta profecía del regreso del Señor Jesús también se ha cumplido.

3. Tercera señal de la segunda venida de Cristo: La expansión del evangelio hasta el extremo del mundo

En Mateo, capítulo 24, versículos 14, dice: “Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” “Este evangelio […] se predicará en todo el mundo” significa que cuando en todo el mundo se haya escuchado el evangelio del Señor Jesús, Cristo vendrá. (No significa que todas las personas del mundo hayan escuchado el evangelio o crean en Cristo). Cuando el Señor Jesús fue clavado en la cruz y completó Su obra de redención, el Espíritu Santo comenzó a guiar a los discípulos y apóstoles para que dieran testimonio del Señor Jesús. Desde entonces, el evangelio del Señor se ha difundido gradualmente a través de todo tipo de canales, como la radio, Internet, los libros, los folletos del evangelio o la evangelización de los creyentes. El cristianismo se ha establecido en todo el mundo y muchos países incluso tienen al cristianismo como su religión nacional. Los cristianos también se han extendido por todo el mundo desde hace mucho tiempo, e incluso hay muchos que aceptan el Evangelio del Señor Jesús en China, que está gobernada por un partido político ateo. El Evangelio de la redención del Señor Jesús se ha extendido desde hace mucho tiempo hasta los confines del mundo. Queridos hermanos y hermanas, pensadlo un momento: ¿Qué nación o región del mundo nunca ha escuchado el evangelio del Señor Jesús?

4. Cuarta señal de la segunda venida de Cristo: El aumento de iniquidad y el enfriamiento del amor de creyentes

En Mateo, capítulo 24, versículos 12, dice: “Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará”. La maldad está aumentando ahora en el mundo de la religión, que ya no tiene la obra del Espíritu Santo ni la presencia de Dios. Aunque algunos parezcan tener una creencia ferviente, todavía caminan por la senda de lo mundano. La codicia de la riqueza es la tónica general entre los creyentes; algunos venden todo tipo de bienes en sus iglesias, otros se dedican a los negocios y otros dirigen fábricas y se dedican a hacer dinero. No se preocupan por trabajar para el Señor y viven inmersos en los enredos mundanos. Cuando los pastores y ancianos predican, se enfocan solamente en explicar el conocimiento bíblico y las teorías teológicas en vez de predicar las palabras del Señor; no dan testimonio del Señor ni lo exaltan, no conducen a los creyentes a buscar entender la voluntad del Señor. Y, así, terminan llevando a sus oyentes al conocimiento bíblico y su rebaño se aleja cada vez más de Dios. Algunos pastores y ancianos compiten entre sí y se involucran en disputas por celos, hasta tal punto que incluso forman camarillas, se dividen en diferentes facciones y pandillas, roban ofrendas, se involucran en conductas sexuales inapropiadas y no tienen en absoluto un corazón temeroso de Dios. Esos actos malvados están ocurriendo con cada vez mayor frecuencia en el mundo religioso y las iglesias están cada vez más desoladas. Estas cosas inevitablemente nos recuerdan al fin de la Era de la Ley, cuando el templo que antes había estado lleno de la gloria de Jehová parecía desolado, los sacerdotes hacían pobres sacrificios y el templo se convirtió en un mercado. ¿Hay alguna diferencia entre las iglesias de hoy y el templo del final de la Era de la Ley? Esto nos hace darnos cuenta de que esta profecía bíblica se ha cumplido totalmente y el Señor ha regresado.

5. Quinta señal de la segunda venida de Cristo: La aparición de falsos Cristos y profetas

Dice en Marcos capítulo 13, versículo 6, que cuando los discípulos preguntaron al Señor Jesús qué presagios habría para Su segunda venida en los últimos días, el Señor Jesús dijo: “Muchos vendrán en mi nombre diciendo: ‘Yo soy el Cristo’, y engañarán a muchos”. Y está registrado en Mateo capítulo 24, versículo 24, “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos”.

El Señor Jesús profetizó que cuando regresara en los últimos días, aparecerían falsos Cristos y falsos profetas. En los últimos años, falsos Cristos y falsos profetas han aparecido uno tras otro en países como China, Corea del Sur y Japón. Se llaman Cristo a sí mismos y no sólo usurpan el nombre de Jesús, sino que también tratan de imitar las señales y maravillas del Señor Jesús, sanando a los enfermos, expulsando demonios, etc. Con la aparición de tantos falsos Cristos, podemos ver que esta profecía concerniente al regreso del Señor Jesús se ha cumplido, pues si aparecen falsos Cristos es que el verdadero Cristo ya ha venido. En este momento, con mayor razón debemos tomar la iniciativa y buscar la apariencia y la obra de Dios. Tal vez algunos hermanos y hermanas puedan decir: “Ahora han aparecido muchos falsos Cristos y falsos profetas. Si tomamos la iniciativa de buscarlos e investigarlos, ¿qué haremos si nos engañan?”. Pero si no buscamos e investigamos la aparición y la obra de Dios porque tenemos miedo de ser engañados, no sabremos si el Señor ha regresado y ¿acaso no nos haría eso aún más propensos a ser abandonados? ¿No estaríamos dejando de comer por miedo a atragantarnos y perdiendo mucho por querer salvar un poco? Con esto nos damos cuenta de que adoptar una actitud de no escuchar nada, no ver nada y no tocar nada hacia todos los que predican la venida del Señor por temor a ser engañados es una tontería. Si queremos darle la bienvenida al regreso del Señor Jesús, entonces es crucial poder diferenciar entre los falsos Cristos y el verdadero Cristo. Sólo así podemos darle la bienvenida al Señor y no dejarnos engañar. Entonces, ¿cuáles son las características de un falso Cristo? El Señor Jesús dijo, “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios”. A partir de las palabras del Señor, podemos reconocer los rasgos principales de los falsos Cristos: sólo pueden realizar algunas señales y maravillas sencillas y predican falacias que parecen verdaderas pero que en realidad son falsas para engañar a la gente; son completamente incapaces de expresar cualquier verdad que resuelva el problema de la humanidad respecto al pecado y la confesión, y tampoco pueden salvar a la humanidad de su propia corrupción. Esto se debe a que la esencia de los falsos Cristos es la misma de los espíritus malignos extremadamente malvados y están completamente desprovistos de verdad. Sólo Cristo es la verdad, el camino y la vida; sólo Cristo puede expresar la verdad, mostrarnos el camino y darnos la vida. Todos aquellos que no pueden expresar la verdad para proveernos de ella y sólo pueden mostrar algunas señales y maravillas simples son falsos Cristos; ese es el principio fundamental de cómo diferenciar a los falsos Cristos del verdadero Cristo. Teniendo como base las palabras del Señor no debemos preocuparnos de ser engañados. Para saber diferenciar más concretamente entre los falsos Cristos y el verdadero Cristo, podéis ver este maravilloso video, Cómo diferenciar entre el Cristo verdadero y los falsos Cristos.

A partir de los hechos arriba mencionados, nos damos cuenta de que todas las profecías concernientes al regreso del Señor Jesús se han cumplido: el Señor ha regresado. Sin embargo, mucha gente seguramente se preguntará: “Si el Señor ha regresado, ¿por qué no le hemos dado todavía la bienvenida?”. ¿Alguna vez has pensado que podría haber algo equivocado en la manera en que practicamos la bienvenida al regreso del Señor Jesús? Cuando se trata del regreso del Señor Jesús, muchas personas hacen de la protección contra los falsos Cristos su prioridad número uno. Se aferran a sus conceptos e imaginaciones y creen que todos los que dan testimonio del regreso del Señor son falsos, y no se preocupan de cómo ser una virgen prudente y escuchar la voz de Dios. Algunas personas se centran en observar y esperar, en aferrarse al nombre del Señor Jesús y mantener Su senda. Pero eso no es más que una espera pasiva y nunca toman la iniciativa ni salen a buscar e investigar, no se preocupan de escuchar la voz del Señor. ¿Cómo podemos darle la bienvenida al Señor practicando de esa manera? El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Lucas 11:9). “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. […] Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios” (Mateo 5:3, 8). El Señor es fiel, y mientras alberguemos un corazón que busque, investiguemos activamente la aparición y obra del Señor en los últimos días, escuchemos con atención la voz del Señor y veamos si ese camino tiene alguna expresión de la verdad y si puede o no proporcionarnos vida, ¡entonces el Señor seguramente nos guiará para reconocer Su segunda venida!

Hoy en día, los desastres están ocurriendo con frecuencia en todas partes, y las profecías sobre el regreso del Señor se han cumplido básicamente. ¿Cómo podemos encontrarnos con Él y ser arrebatados antes del desastre? Lea Estudios bíblicos. Si todavía tiene dudas, haga clic en el botón abajo para contactarnos.

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Película cristiana en español | Rompe las cadenas y corre



Película cristiana en español | Rompe las cadenas y corre

Lee Chungmin era anciano de una iglesia de Seúl (Corea del Sur). Durante más de veinte años, sirvió fervientemente al Señor y se concentró por completo en el estudio bíblico. Siguiendo el ejemplo de sus líderes religiosos, pensaba que creer en el Señor era creer en la Biblia y que tener fe en la Biblia era precisamente lo mismo que tener fe en el Señor. Creía que, mientras se aferrara a la Biblia, podría ser arrebatado al reino de los cielos. Estas concepciones lo limitaban como unas cadenas y le impedían creer en Dios y seguir Sus pasos. Como consecuencia, Lee Chungmin nunca pensó en investigar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días...

Un día, por pura casualidad, vio unos vídeos de himnos en la web de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Sus emotivas letras y sus elegantes melodías lo conmovieron profundamente y lo inspiraron a investigar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días. Tras una serie de debates sobre la verdad, comprendió la verdad interna de la Biblia gracias a las palabras de Dios Todopoderoso, y entendió claramente los verdaderos hechos de la situación: los fariseos del mundo religioso se oponen a la aparición de Dios, la condenan y obran bajo el pretexto de que exaltan la Biblia. Al final, logró liberarse del control y las limitaciones de los fariseos religiosos y seguir las huellas de Dios...

Mira Películas evangélicas para conocer información más relevante. Si tiene alguna pregunta sobre la fe, no dude en contactarnos y nuestros especialistas le responderán en línea.

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Himno cristiano 2019 | Nadie es consciente de la llegada de Dios




Himno cristiano 2019 | Nadie es consciente de la llegada de Dios

I


Nadie es consciente de la venida de Dios,


nadie da la bienvenida a Su llegada.


Aún más, nadie sabe todo lo que Dios hará.


Nuestra vida sigue igual; el mismo corazón, los días se van.


Dios vive entre nosotros como uno más,


como el más sencillo de Sus seguidores, como un humilde creyente.


Dios tiene Sus intereses y Sus propias metas.


Y tiene una divinidad que los hombres no poseen. Oh…


Nadie se ha dado cuenta aún de Su divinidad,


de la diferencia entre Su esencia y la de los hombres.


Vivimos todos junto a Dios, con libertad, sin miedo,


porque lo vemos como un humilde creyente.


II


Dios vigila nuestros movimientos,


y todos nuestros pensamientos e ideas desnudos quedan ante Él.


Desnudos ante Sus ojos estamos.


Nadie se ha dado cuenta aún de Su divinidad. Oh…


Nadie se interesa por la existencia de Dios,


no hay persona que imagine Su función,


y sobre todo, nadie sospecha quién es Dios.


Oh…


Nos limitamos a seguir con nuestra búsqueda,


como si Dios nada con nosotros tuviese que ver.


De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”


Escuchar más: Música cristiana de alabanza


Reflexion del evangelio de hoy | ¿Cómo aprender a leer la Biblia y entenderla?


Reflexion del evangelio de hoy | ¿Cómo aprender a leer la Biblia y entenderla?

Xiao Xiao (Francia)

La lectura de la Biblia es una obligación diaria para los cristianos, además de indispensable en la senda hacia la verdad y la madurez en la vida espiritual. El Señor Jesús dijo: “Escrito está: ‘No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’” (Mateo 4:4). Es evidente que leer las palabras de Dios con frecuencia y valorarlas con el corazón es obligación de todo cristiano, pero ¿cómo debemos leer la Biblia para recibir la guía del Espíritu Santo y lograr resultados positivos? Esta es una cuestión de suma importancia para nosotros. Es probable que todos hayamos leído la Escritura de la siguiente manera. A veces somos capaces de recibir el esclarecimiento y la guía de Dios y de entender Su voluntad y Sus exigencias; nuestro espíritu se conmueve y tenemos fe y determinación para practicar las palabras de Dios en la vida diaria. Cada vez nos gusta más asistir a reuniones, orar y leer la Escritura y durante ese tiempo, además, maduramos en la vida espiritual. Sin embargo, algunas veces no disfrutamos la lectura de la Biblia y no percibimos el esclarecimiento ni la iluminación del Espíritu Santo. Sólo entendemos el significado literal de los pasajes bíblicos y nos falta sentido de la voluntad y las exigencias de Dios; no sabemos defender las palabras de Dios en la vida diaria y no maduramos espiritualmente. En ocasiones puede que hasta nos entre sueño leyendo la Biblia y cada vez tengamos menos ganas de hacerlo, de asistir a reuniones y de orar. Esto puede ser muy confuso. Si leemos la Biblia como siempre, ¿por qué se dan dos resultados totalmente distintos? ¿Cómo podemos leer la Biblia para obtener resultados positivos? A fin de recibir luz a partir de la lectura de la Biblia, comprendiendo estos tres principios podemos acercarnos más a Dios y recibir Su esclarecimiento y guía con facilidad.

1. Al leer la Biblia, es imprescindible sosegar el corazón ante Dios para recibir el esclarecimiento y la guía del Espíritu Santo.

Aunque perseveremos en la lectura diaria de la Biblia a una hora fija, si no sosegamos el corazón ante Dios durante ese tiempo, simplemente leeremos la Biblia mientras pensamos en cómo ocuparnos de los asuntos familiares o laborales. Esa manera de leer la Escritura se limita a seguir una norma y llevar a cabo un ritual. En tal caso, es probable que lo hagamos mecánicamente y alcancemos una comprensión superficial; de ningún modo podremos recibir esclarecimiento del Espíritu Santo, no adquiriremos nueva luz y, naturalmente, ya no tendremos gozo espiritual. Especialmente en una época tan acelerada, las ocupaciones laborales y las complicadas relaciones interpersonales nos dejan exhaustos de cuerpo y mente, así que, cuando leamos la Escritura, debemos tener todavía más en cuenta el sosiego ante Dios y meditar con esmero Sus palabras. Esta es la única vía para recibir esclarecimiento y guía del Espíritu Santo.

Dice la palabra de Dios: “Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren” (Juan 4:23). “Acallar el corazón en presencia de Dios es el paso más crucial para entrar en Sus palabras. […] Solo después de que las personas son capaces de estar en paz delante de Dios, el Espíritu Santo puede tocarlas y las puede esclarecer e iluminar, y solo entonces pueden tener comunión verdadera con Dios y pueden entender Su voluntad y la guía del Espíritu Santo” (“Acerca de acallar el corazón delante de Dios”). En las palabras de Dios comprobamos que Él nos exige que lo adoremos con honestidad de espíritu. Si deseamos ser movidos por el Espíritu Santo y conseguir resultados positivos de la lectura de la Biblia, debemos sosegarnos ante Dios, meditar con esmero Sus palabras y escuchar Su guía, pues el tiempo que pasamos leyendo la Escritura es también el tiempo que tenemos para acercarnos a Dios, adorarlo y entender verdades de la Escritura. Sólo si veneramos a Dios de corazón, nos volcamos de todo corazón en Sus palabras y buscamos y meditamos sinceramente podemos recibir esclarecimiento y orientación del Espíritu Santo, ser movidos por Él y comprender el sentido de las palabras de Dios. Por tal motivo, antes de leer la Biblia debemos encontrar un lugar tranquilo y evitar a las personas, circunstancias o cosas que puedan distraernos. Debemos hacer una oración antes de empezar, sosegar deliberadamente el corazón ante Dios y pedirle que nos guíe para que entendamos la verdad de Sus palabras. Cuando nos volcamos de todo corazón en las palabras de Dios podemos recibir Su esclarecimiento y guía, y no sólo podemos comprender Su voluntad y Sus exigencias, sino también aprender nuevas perspectivas y conocimientos sobre Sus palabras. Cuanto más practiquemos esto, más oportunidades tendremos de ser movidos por el Espíritu Santo al leer la Escritura y seremos capaces de descubrir qué podemos hacer para cumplir la voluntad de Dios. Entonces maduraremos en la vida espiritual con mayor rapidez.

2. No leas por leer: elige pasajes acordes a tus problemas y dificultades reales.

En primer lugar, hemos de saber que leer la Biblia no implica seguir una norma ni llevar a cabo una tarea. Se trata, más bien, de resolver nuestros problemas y dificultades de carácter práctico para tener un sendero de práctica en nuestra vida diaria. Sin embargo, estamos sujetos a error en la lectura de la Biblia; a veces nos limitamos a seguir las normas y pasar de un capítulo a otro, de un versículo a otro, o leemos cualquier página a la que llegamos sin rumbo. Leer la Escritura así, sin ningún objetivo, no da resultados positivos. Es como si un enfermo intenta tratar su enfermedad: no puede esperar una mejoría tomándose cualquier medicamento, sino que primero tiene que entender qué ha provocado realmente la enfermedad y de qué tipo es para poder recuperar la salud con el medicamento adecuado a su patología concreta. Lo mismo sucede al leer la Escritura. La palabra de Dios dice: “Cuando comas y bebas de las palabras de Dios, deberás comparar con ellas la realidad de tu estado. Es decir, cuando descubras tus defectos en el transcurso de tu experiencia real, deberás saber encontrar una senda de práctica y dar la espalda a tus motivaciones y nociones incorrectas. Si siempre te esfuerzas por estas cosas y pones todo tu corazón en lograrlas, tendrás una senda que seguir, no te sentirás vacío y, por tanto, podrás mantener un estado normal. Solo entonces serás una persona que soporta una carga en la vida, que tiene fe” (“Práctica (7)”). Con las palabras de Dios comprendemos que debemos tener en cuenta las dificultades y los problemas que nos encontramos en nuestra vida normal y que leer las palabras de Dios selectivamente es la única vía para lograr resultados positivos. Por tanto, antes de hacer la lectura diaria de las palabras de Dios, primero hemos de pensar un poco en nuestra situación espiritual actual, en la clase de personas, circunstancias y cosas a que nos hemos enfrentado últimamente, en el aspecto de la verdad con el que guardan relación y en el tipo de práctica que debemos tener para cumplir la voluntad de Dios. Entonces podremos buscar conscientemente, para su lectura, unas palabras de Dios adecuadas a nuestras dificultades reales. Esto es así porque las palabras de Dios dejarán al descubierto nuestras motivaciones incorrectas y nuestra corrupción, lo que puede señalarnos el sendero correcto de práctica. Siempre que actuemos según las exigencias de Dios y desechemos nuestras motivaciones y perspectivas incorrectas, nuestros problemas se resolverán y nuestra situación espiritual y nuestra relación con Dios podrán ir mejorando. Incorporando nuestros problemas personales a la lectura de la Biblia podemos lograr resolver nuestros problemas prácticos.

Por ejemplo, digamos que surge un conflicto entre nosotros y nuestra familia, o nuestros hermanos y hermanas, y no somos tolerantes ni pacientes con ellos, sino que damos muestras de mal genio. Para empezar, debemos aprender a sosegarnos ante Dios, plantearnos con qué aspecto de la verdad guarda relación este problema, qué nos exige Dios, etc. Una vez que hayamos captado estas cosas, sabremos buscar en la Escritura las exigencias de Dios para que tengamos amor, tolerancia y paciencia hacia los demás. Asimismo, podremos buscar pasajes en los que Dios nos pide introspección y que no nos centremos solamente en la otra persona. También podríamos leer cómo el Señor Jesús amaba y perdonaba a la gente. Con esta clase de lectura selectiva de la Escritura podemos apreciar lo arrogantes, ofendidos, mezquinos y conflictivos que somos con los demás. Igualmente podemos reconocer que es voluntad de Dios que aprendamos a perdonar al prójimo, que nos amemos, seamos magnánimos y tolerantes unos con otros; quiere que vivamos como cristianos. Luego, si pensamos un poco en la magnanimidad y tolerancia del Señor Jesús hacia la gente, por las que lavó personalmente los pies de Sus discípulos, nos emocionaremos más todavía. Cuando conozcamos estas verdades sentiremos ganas de amar al prójimo según las exigencias de Dios y, con naturalidad, cultivaremos la tolerancia y la comprensión hacia quienes nos rodean. Veamos otro ejemplo. Cuando nos volvemos débiles y negativos mientras predicamos el evangelio y nos topamos con los impedimentos, la represión, la calumnia y el juicio de las malvadas fuerzas de Satanás, podemos leer en la Escritura pasajes acerca de cómo tener en consideración la voluntad de Dios, así como sobre el perfeccionamiento de nuestra fe a manos de Dios. También podemos mirar fragmentos acerca de la prudencia ante las fuerzas de Satanás, opuestas a Dios, mientras predicamos el evangelio. Con la lectura de estas Escrituras podemos entender mejor la voluntad de Dios, ver que somos tan frágiles que nos volvemos negativos y débiles ante los fracasos o los reveses, y que tenemos muy poca fe. Puede que esto, asimismo, nos ayude a comprender que la propagación del evangelio del reino es nuestro deber y misión obligatorios y que hemos de soportar la persecución y las dificultades para dar testimonio de la obra de Dios. De igual modo, en la Escritura podemos llegar a conocer las exigencias de Dios hacia nosotros; debemos ser prudentes al difundir el evangelio en esta era del mal y aprender a ser astutos como las serpientes e inocentes como las palomas. Cuando sepamos estas cosas tendremos fe para apoyarnos en Dios y podremos utilizar la prudencia para vencer a Satanás y seguir difundiendo el evangelio de Dios. Por ello, si leemos la Biblia selectivamente, dirigiéndonos a nuestras dificultades reales, podremos recibir con mayor facilidad el esclarecimiento y la guía del Espíritu Santo, alcanzar a entender la voluntad de Dios y tener un sendero de práctica correcto. Acto seguido, nuestra relación con Dios puede volverse más íntima; así es como se logra el mejor resultado de la lectura de la Escritura.

3. Céntrate en meditar las palabras de Dios y en entender el significado profundo de la verdad.

Muchos piensan que solamente alegran a Dios las personas que están muy familiarizadas con la Biblia y tienen muchos conocimientos bíblicos. Así, al leer la Escritura, hacemos mucho hincapié en leer y memorizar más pasajes para sabérnosla más al dedillo y de cabo a rabo. Sin embargo, no nos centramos en meditar las palabras de Dios para lograr entender de qué tratan realmente. Si lo pensamos detenidamente, tal vez nos parezca que esta práctica simplemente nos familiariza más con el texto bíblico y que llegamos a comprender algunos principios espirituales. No obstante, no entendemos las verdades inherentes a las palabras de Dios, no conocemos Su voluntad ni Sus exigencias y, en especial, nos falta verdadero conocimiento del propio Dios. Es más, en nuestra vida normal no sabemos experimentar ni practicar las palabras de Dios. De ese modo, puede que también nos volvamos cada vez más arrogantes por dominar tantos conocimientos y teorías de la Biblia. Alardeamos ante los hermanos y hermanas y nos lucimos interpretando teorías y conocimientos bíblicos; nos exhibimos para que nos admiren y adoren, y nos plantamos ante nuestros hermanos y hermanas al tiempo que tenemos una relación cada vez más distante con Dios. En lo espiritual, caemos en la oscuridad, involucionamos y no sentimos la presencia de Dios.

La palabra de Dios dice: “Cuando leía las palabras de Dios, Pedro no estaba centrado en entender las doctrinas y, menos aún, en obtener conocimiento teológico; más bien, se concentró en comprender la verdad y captar la voluntad de Dios y lograr un entendimiento de Su carácter y Su encanto. Pedro también intentó comprender los diversos estados corruptos del hombre a partir de las palabras de Dios, así como la naturaleza corrupta del hombre y sus verdaderas deficiencias, cumpliendo, así, con todos los aspectos de las exigencias que Dios le hace al hombre para que lo satisfaga. Pedro tuvo muchas prácticas correctas que se ciñeron a las palabras de Dios. Esto estuvo totalmente alineado con la voluntad de Dios y fue la mejor forma en la que una persona podía cooperar al tiempo que experimentaba la obra de Dios” (“Cómo caminar por la senda de Pedro”). Esto deja claro que, cuando Pedro leía las palabras de Dios, no se conformaba únicamente con comprender algunos conocimientos teológicos o cartas y doctrinas, sino que se esforzaba especialmente en lo que Dios exige, así como en la búsqueda y la contemplación reiteradas, y entonces captó el propósito y la voluntad inherentes a las palabras de Dios. Posteriormente, actuó conforme a las exigencias de Dios de tal modo que supo poner en práctica, con gran naturalidad, las palabras de Dios en todas las cosas y vivir la realidad de Sus palabras. La práctica de Pedro nos aporta una senda propia, práctica y viable. Las palabras de Dios son la verdad, expresión de Su carácter y de lo que Él tiene y es; todas contienen la voluntad y las exigencias de Dios. Si no las buscamos, meditamos ni percibimos detenidamente, no entenderemos nada más que doctrinas literales; desde luego, no la voluntad de Dios. Tampoco entenderemos de qué tratan realmente las palabras de Dios, por lo que, naturalmente, no podremos entrar en la realidad de las mismas. Así pues, cada vez que leamos un pasaje de ellas, debemos meditar con esmero lo siguiente: ¿Cuál era el propósito de Dios al decir esto? ¿Cuál es Su voluntad y cuáles Sus exigencias a la humanidad? ¿Qué quería que lográramos por medio de esto? ¿En qué fallo yo? ¿Cómo debo practicar y entrar en esto en mi vida real? ¿Qué puedo hacer para cumplir las exigencias de Dios? Al emprender este tipo de búsqueda y meditación, para cuando nos demos cuenta, Dios nos dará esclarecimiento y guía y nos permitirá comprender el significado profundo de Sus palabras. Tendremos algo de verdadero conocimiento del carácter y la voluntad de Dios, hallaremos un sendero de práctica y entrada y, así, entraremos paso a paso en la realidad de las palabras de Dios.

Observemos las siguientes palabras del Señor: “En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3). “Antes bien, sea vuestro hablar: ‘Sí, sí’ o ‘No, no’; y lo que es más de esto, procede del mal” (Mateo 5:37). En las palabras de Dios vemos que Él posee una esencia de credibilidad: ama a los honestos y le disgustan los mentirosos y tramposos. Sólo los honestos pueden entrar en el reino de los cielos, mientras que los siniestros y taimados no pueden cruzar sus puertas. La oración y meditación de las palabras de Dios son la única vía para que podamos entender que Dios quiere que seamos honestos, inocentes y abiertos como niños, sin mentir de palabra y sin engaño ni falsedad de corazón. Llegados a ese punto en nuestros planteamientos, podemos pasar a la búsqueda: ¿Tenemos elementos de deshonestidad? Reflexionando sobre nuestros pensamientos y actos comprobamos que aún manifestamos mucha falsedad. En ocasiones, cuando estamos ante Dios en oración, decimos toda clase de maravillas y nos proponemos muchas cosas, pero casi nunca estamos a esa altura en la vida real. A veces hacemos algo mal y queremos reconocer el error ante otra persona, pero nos da miedo que nos desprecie, así que, para preservar nuestra imagen y reputación, decimos una media verdad y ocultamos la realidad. De vez en cuando, al comentar nuestras experiencias, estamos más que dispuestos a airear cómo ponemos en práctica las palabras de Dios, pero muy rara vez hablamos de cómo desafiamos y nos oponemos a Dios y de cuando no ponemos en práctica la verdad. A menudo aparentamos ser lo que no somos para que los demás conserven una buena imagen de nosotros. Alguna vez vemos a hermanos y hermanas que hacen cosas que no están en consonancia con la voluntad de Dios y queremos hablar con ellos, pero nos preocupa herirlos en su orgullo o nos da miedo que no acepten nuestra opinión y nos juzguen, por lo que mantenemos un ojo abierto y otro cerrado como si no supiéramos nada. Suma y sigue. Con la reflexión vemos cuánta falsedad manifestamos: en absoluto somos honestos y agradables a Dios, así que ¿cómo podría entrar alguien como nosotros en el reino de los cielos? Tras comprender estas cosas, debemos proceder a sopesar la senda hacia la honestidad en las palabras de Dios. En primer lugar, no podemos mentir de palabra, sino que debemos hablar con arreglo a la verdad. Hay que diferenciar las cosas: este es el fundamento de nuestra práctica. Pero, más que nada, es necesaria la honestidad de corazón. Este no puede albergar perversidad ni falsedad; todo cuanto decimos o hacemos está sujeto al escrutinio de Dios. No podemos mentir ni engañar para proteger nuestro estatus, reputación o imagen, sino que, ante un problema, deberíamos ser capaces de despojarnos de nuestras motivaciones incorrectas y hablar sin rodeos, con honestidad y con el corazón. Este es el primer paso hacia la honestidad. Si siempre meditamos seriamente las palabras de Dios de esta forma, procurando entender la esencia de la verdad más allá del sentido literal, comprenderemos cada vez mejor los pormenores de la verdad y, entonces, será más correcto lo que practiquemos en nuestra vida. Nos acercaremos más a la voluntad y las exigencias de Dios y nuestra práctica será más acorde a Su voluntad. Estaremos cada vez más cerca de Dios y nos sentiremos firmes, tranquilos y satisfechos en el alma.

Otro punto que cabe plantear es que, sea cual sea el aspecto que estemos leyendo de las palabras de Dios, no podemos conocerlo del todo y a fondo tras una o unas pocas lecturas. Esto siempre es un proceso. Las palabras de Dios son tan profundas que ocultan muchas verdades, por lo que no podemos tener demasiada prisa ni ansia por terminar. Debemos esforzarnos con ellas, sopesarlas y orar al respecto de manera constante y trabajar diligentemente para entender las verdades que contienen. También debemos llevarlas a la práctica en la vida diaria, reflexionándolas y entrando en ellas al mismo tiempo para que adquiramos a través de nuestras experiencias una comprensión más profunda de las verdades que contienen. Tras practicar esto durante un tiempo, podremos entender y profundizar poco a poco en la verdad, lo que nos aportará conocimiento de la misma.

Estos son los tres principios de la lectura de la Escritura. Poniéndolos en práctica podemos subsanar nuestros problemas de falta de esclarecimiento en la lectura o de ausencia de gozo espiritual, madurar en la vida espiritual y cultivar una relación de creciente cercanía con Dios. Queridos hermanos y hermanas, ¿a qué esperáis? ¡Haced la prueba!

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Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Escuchar música cristiana | He visto la belleza de Dios (MV)




Escuchar música cristiana | He visto la belleza de Dios (MV)

Oigo una voz familiar, me llama una y otra vez.
Me despierto y volteo a ver, quién habla ahí.
Su voz es suave y grave, ¡Su imagen bella es!
Sufro golpes y llevo un gran dolor, Su tierna mano me acaricia.
Al darme cuenta de que fue el Todopoderoso con quién luché.
Me odio, arrepentida, pienso en lo que hice.
Tan corrupta, sin humanidad, ahora veo la verdad.
Un nuevo comienzo, a la verdadera vida, cumplo mi deber.
Por prestigio, reto a Dios, soy indigna.
Dios aún es Dios, y el hombre es solo hombre, tan ignorante soy.
Tan necia y vanidosa para llegarme a conocer.
Fui atrevida y me avergüenzo, se arrepiente mi corazón.
Me odio, sin saber para que debo vivir.
El diablo me pisoteó por tantos años, despreciable me volví.
Envenenada por el maligno, perdí mi humanidad.
Si no cambio ni renazco, no tendré una vida real.

Mi actitud pecadora me enfada, mi labor es inútil.
Ignoro a Dios, con caprichos, ¿podría acaso resistir?
Dios me juzga, por mi rebelión, injusticia.
He visto el verdadero amor del castigo y del juicio.
Dios es justo, convencida estoy, cara a cara con Él.
La practica salvación de Dios lejos me llevara.
La autenticidad y omnipotencia de Dios, revelada totalmente al hombre.
Viviendo en la luz, conozco a Dios y he visto Su belleza.
Estoy decidida a cumplir mi deber, satisfaré y amaré a Dios.
De "Seguir al cordero y cantar nuevos cánticos"